El animal político panameño: Si te pica estás muerto

Ciudad de Panamá.
Vista general de la ciudad de Panamá. / TVN Noticias

Quiero empezar este blog comentando un poco sobre el imperfecto sistema electoral de los Estados Unidos, donde Hillary Clinton a pesar de haber obtenido mayoría en el voto popular no es la presidenta. Un serio problema que tienen los norteamericanos, pero que el juega vivo de Republicanos y Demócratas no va a cambiar y mucho menos su orgullo.

Ahora aterricemos en Panamá, donde nuestro sistema electoral tampoco es perfecto, pues tenemos presidentes que han ganado las elecciones con menos del 50% del voto popular. Cito los ejemplos de las elecciones más recientes: Juan Carlos Varela ganó las elecciones en el 2014 con 39% del voto popular, Martín Torrijos ganó en el 2009 con el 47% de los votos, Mireya Moscoso resulta electa presidenta en 1999 con el 42% de los votos y Ernesto Pérez Balladares que llega a la presidencia tan solo con el 33% de los votos en 1994. – No incluyo a Ricardo Martinelli, porque el mismo llega a al Palacio de las Garzas con más del 60% del voto popular.

Mi crítica obedece a que el sistema electoral panameño al igual que el norteamericano no incluye los deseos reales del pueblo. Se requiere que mediante reforma electoral se establezca que para ser elegido presidente constitucional de la Republica de Panamá obtengas el 50% más uno, lo que abre la puerta para incorporar en nuestro país la segunda vuelta electoral en caso de que los candidatos no alcancen la mayoría del 50% en la primera vuelta.

A mi juicio este es el sistema de elección más democrático y representativo. Sin embargo: ¿Por qué en Panamá no ha sido aplicado? La respuesta es simple, al ver los resultados electorales del pasado, nuestra clase política le tiene miedo y como a ellos les importa más la membresía de sus partidos y el clientelismo, prefieren mantener este pésimo sistema de elección.

Ser político en Panamá es bastante fácil, solo basta con tener un par de millones en tu cuenta bancaria, buscarte un partido que le importe de todo menos la ideología política y listo serás candidato a presidente, diputado o alcalde. No menciono representante, porque este cargo es para quien tenga menos recursos y quiera empezar en el mundo de la política.

Desde hace muchos años dejamos de tener candidatos presidenciales con ideas claras y que les importe el país. Basta con escuchar sus discursos de campaña para darnos cuenta que son dependientes del “teleprompter” y que por sí solos no son capaces de dar un verdadero discurso de trinchera que convenza a los electores.

El futuro político de Panamá viene acompañado de sombras y pocas luces, debido a que el fantasma del narcotráfico acecha a algunos políticos y además porqué carecemos de un líder al que le gente pueda creerle sus promesas.

Vivimos sumergidos en el clientelismo de “qué hay pa mí” y siendo así la membresía sin ideología de todos los colectivos políticos del país será la encargada de escoger al próximo mandatario de la nación. Aquí la importancia repito de que el presidente sea escogido con el 50% más uno de los votos.

Para el 2019 no veo un liderazgo y para el 2024 muchos menos. En el escenario solo surgen unos cuantos que se disfrazan de angelitos cuando son tremendos lobos y otros que seguramente el divisionismo del partido no les dará chance de correr.

Solo espero que no se aparezca un Donald Trump cualquiera en la esfera política nacional y nos lleve al despeñadero. Aunque en honor a la verdad ya tuvimos nuestro Trump y no fue para nada agradable.

Muchas gracias por leerme y espero sus comentarios.

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