La prisa de Estado Islámico en reivindicar el atentado de París plantea dudas

El grupo Estado Islámico suele esperar varios días antes de reivindicar su responsabilidad en los atentados cometidos en Occidente.

Oficiales de la Policía francesa custodian la zona después de que se registrara un tiroteo en los Campos Elíseos, en París, Francia.
Oficiales de la Policía francesa custodian la zona después de que se registrara un tiroteo en los Campos Elíseos, en París, Francia. / EFE
Afp
21 de abril 2017 - 15:07

La inhabitual prisa con la que el grupo yihadista Estado Islámico (EI) reivindicó el tiroteo de París, pareciendo incluso equivocarse en la identidad de su autor, sugiere que la organización radical intentaría ampliar el impacto de esta tragedia en su favor.

El grupo EI suele esperar 24 horas o varios días antes de reivindicar su responsabilidad en los atentados cometidos en Occidente, publicando en su agencia de propaganda Amaq las reivindicaciones una vez que se han filtrado públicamente diversos detalles sobre las circunstancias y los autores.

Así, el grupo EI tardó dos semanas en reivindicar el asesinato de un adolescente de Hamburgo (norte de Alemania) en octubre de 2016. También esperó dos días antes de atribuirse la autoría del atentado de Niza (sur de Francia) el 14 de julio del mismo año.

Pero el jueves, la reivindicación llegó apenas unas horas después del tiroteo en los Campos Elíseos de la capital francesa, "mucho más rápidamente" de lo que suele hacerse, destaca Charlie Winter, investigador del Centro Internacional de Estudios sobre la Radicalización y la Violencia Política en el King's College de Londres .

"Cuanto más rápido se publica la reivindicación tras un ataque, más puede amplificar" sus repercusiones la organización, considera.

Para los atentados cometidos en suelo europeo, el grupo yihadista no acostumbra a dar el nombre de los autores, limitándose a calificarlos de "soldados" del EI.

Pero en la reivindicación del jueves, el grupo indicó que el autor se apodaba Abu Yusef Al Belgiki ("Abu Yusef el Belga").

La policía francesa señaló que el atacante abatido era un francés de 39 años, Karim Cheurfi, que vivía en la periferia de París y que era conocido de la policía y de la justicia por actos violentos.

Sus vecinos lo describieron a la AFP como un hombre que albergaba "odio" contra la policía y "desequilibrado psicológicamente", pero no radicalizado.

La confusión acerca de un autor belga también se debió a que Bruselas había señalado a Francia un residente de Amberes (norte de Bélgica) juzgado peligroso. Pero la fiscalía belga "excluyó" el viernes ningún vínculo entre este hombre y el atentado.

Existen "dos hipótesis", indicó el portavoz de la fiscalía federal belga. O bien "existe en alguna parte un Abu Yusef al Belgiki (el Belga) -y nosotros intentamos identificarlo- o bien el EI se aprovechó del hecho de que el hombre oriundo de Amberes estaba en los medios de comunicación, sobre todo franceses, el jueves por la noche para reivindicar el atentado" citando su nombre, agregó.

¿Comunicación directa?

"La voluntad inhabitual del EI de aportar un supuesto (apodo) tras el tiroteo de París sugiere que podría haber gato encerrado", apunta Jade Parker, una experta en el movimiento ultrarradical.

"Que el EI haya estado al tanto (del ataque), haya confundido al asaltante con otro o que simplemente haya cometido un error estúpido, está por ver", agrega esta investigadora asociada en TAPSTRI, una compañía privada de contraterrorismo.

Para otro experto en yihadismo, Amarnath Amarasingam, que Amaq identificara al asaltante y lo presentara como un "combatiente" del grupo EI significa que el grupo "creía que alguien que conocía había cometido el ataque".

"Es probablemente por eso que estaban lo suficientemente seguros como para identificarlo", señala este investigador del grupo de reflexión del Institute for Strategic Dialogue de Londres.

La policía francesa indicó que había encontrado un papel con un mensaje manuscrito defendiendo al grupo Estado Islámico cerca del cuerpo del asaltante.

En sus operaciones de propaganda, el grupo EI ha instado a los atacantes en Occidente a dejar mensajes así después de sus ataques para permitir que el grupo pueda reivindicarlos.

Pero la rapidez de la reivindicación apunta a que el EI estaba al corriente de este ataque y de la identidad de su presunto autor.

"Lo que la reivindicación demuestra sin ninguna duda es que el asaltante mantenía una comunicación directa con alguien que tenía un contacto directo con Amaq", según Winter.

"Quizá creyeron que uno tenía que cometer el ataque y finalmente alguien otro lo cometió, o bien se trataría de un simple error" en el nombre del autor, indica.

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