Líderes en Belfast salvan coalición

AP/Irlanda
24 de diciembre 2014 - 05:16

Los líderes de Irlanda del Norte alcanzaron el martes un acuerdo para mantener su turbulento gobierno católico-protestante luego de negociaciones que duraron toda la noche y dejaron exhaustos a los participantes.

En Londres, el primer ministro británico David Cameron elogió el acuerdo, el cual fue posible cuando su gobierno ofreció 2 millones de libras (3,2 millones de dólares) adicionales durante la próxima década para Irlanda del Norte.

Cameron agregó que el apoyo financiero, básicamente de préstamos del Tesoro británico, "abre la puerta a más prosperidad, estabilidad y seguridad económica para Irlanda del Norte".

El acuerdo permitirá a los norirlandeses evitar un recorte tan agudo en los pagos de asistencia social como el que hubo en el resto de Gran Bretaña. Sinn Fein, el principal partido nacionalista que representa a la minoría católica, por poco revienta la coalición en el último año por su negativa a seguir las órdenes de Londres de recortar el gasto social, y declaró que la oferta de Cameron reivindicó su obstinada postura.

"Como partido, el Sinn Fein tiene el deber y la responsabilidad de responder por las personas menos afortunadas y los discapacitados de nuestra sociedad", declaró el viceprimer ministro Martin McGuinness, el ex comandante del Ejército Republicano Irlandés que desde 2007 ha encabezado conjuntamente el gobierno junto con políticos protestantes británicos.

Un poco aturdido luego de un maratón de 30 horas de negociaciones, McGuinness bromeó sobre cómo su compañero, también ex integrante del ERI y negociador del Sinn Fein, Gerry Kelly, terminó roncando en su oficina.

"¿Alguien tiene una navaja de afeitar desechable?", dijo un sonriente McGuinness a los periodistas mientras se frotaba la barbilla.

Los gobiernos británico e irlandés presentaron conjuntamente a líderes locales un plan de 75 puntos para lograr avances el martes por la tarde en Stormont, el centro donde se comparte el poder en el este de Belfast. El plan representó todo lo que pudo acordarse luego de 11 semanas de negociaciones, en las que se trataron de resolver varias disputas crónicas que amenazan con acabar con sus siete años y medio de alianza, la piedra angular de la paz de dos décadas.

El fracaso hubiera significado la disolución de la Asamblea de Irlanda del Norte y que Gran Bretaña vuelva a asumir la responsabilidad única del gobierno allí.

Por su parte, el presidente estadounidense Barack Obama reconoció el acuerdo alcanzado y declaró que ayudará al país a lidiar con temas que han plagado su pasado.

En un comunicado emitido durante sus vacaciones en Hawai, Obama dijo que él y el vicepresidente Joe Biden recibieron con agrado la noticia. El mandatario declaró que el acuerdo muestra que los líderes norirlandeses tuvieron la voluntad y el valor para superar cuestiones que los han dividido, y señaló que es evidencia de que existe un camino para que el gobierno tenga éxito y beneficie a todos.

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