Milicianos toman puesto iraquí, matan 30 soldados

BAGDAD (AP) — Milicianos suníes se apoderaron de un puesto iraquí en la frontera con Siria después de una batalla de un día en la que mataron a unos 30 soldados iraquíes, informaron el sábado funcionarios de seguridad.

La captura del cruce fronterizo de Qaim asestó un nuevo golpe al gobierno del primer ministro Nuri al-Maliki, que ha luchado para hacer retroceder a los extremistas islámicos y sus milicianos aliados, que se han apoderado de grandes zonas del país, entre ellas Mosul, la segunda ciudad más grande de Irak, y que han advertido que su objetivo es Bagdad.

Funcionarios de la policía y el ejército dijeron que el Estado Islámico para Irak y el Levante, un grupo vinculado a al-Qaida, y milicianos aliados tomaron el cruce de la ciudad fronteriza de Qaim, a unos 320 kilómetros (200 millas) al oeste de Bagdad, después de luchar con las tropas iraquíes durante todo el viernes.

Los funcionarios, que informaron a condición de guardar el anonimato porque no estaban autorizados a hablar con los medios de comunicación, agregaron que en vista de la ausencia de autoridades, la gente cruzaba ahora de ida y vuelta libremente.

Militantes suníes han desarrollado un gran feudo en la zona fronteriza entre Irak y Siria y desde hace mucho han cruzado entre ambas naciones con facilidad, pero el control de los pasos fronterizos permite transportar más fácilmente armas y equipo pesado a los diferentes campos de batalla.

La caída del cruce fronterizo ocurrió mientras al-Maliki enfrenta una creciente presión para formar un gobierno incluyente o hacerse a un lado. Tanto un alto clérigo chií como la Casa Blanca han insinuado fuertemente que él es culpable en parte de la peor crisis desde que las tropas estadounidenses se retiraron del país a finales de 2011.

El gran ayatolá Alí al-Sistani, la voz más respetada por la mayoría chií de Irak, se unió el viernes a las exportaciones para que al-Maliki se acerque a las minorías curdas y suníes, un día después que el presidente Barack Obama lo desafió a crear un gobierno que represente a todos los iraquíes.