'Es un país crucificado': Conoce el trabajo que realiza Rómulo Emiliani en Honduras

Trabajando por la Iglesia Católica y por los pobres, así vive su misión diaria monseñor Rómulo Emiliani, un pastor que salió hace 14 años de Panamá, para dejar una huella entre los más necesitados de Honduras.

Cada día se levanta a las 4:30 a.m. y realiza una hora de oración en la capilla, seguido de 30 minutos de ejercicio físico, regresa a rezar Laudes con los demás sacerdotes, realiza su trabajo normal diario, predicando y atendiendo muchas obras sociales.

El actual obispo de San Pedro Sula dejó una huella imborrable en Panamá, su obra se contempla en organismos como Nutre Hogar y otras asociaciones a favor de los pobres.

A los cuestionamientos sobre la fuente de su energía, Emiliani dijo que es la ilusión de trabajar por las cosas de Dios y tratar de ayudar a la gente.

Siempre donde voy trato de dejar una huella, algo positivo y la energía me la da, la compasión de sentir el dolor por la tragedia del pueblo”, Rómulo Emiliani

Su trabajo en Honduras

Emiliani dijo que Honduras “es un país hermoso, maravilloso, crucificado, atropellado, ensangrentado, con violencia, hambre, desnutrición y desintegración familiar y con gente muy buena”.

En este país el obispo peregrina y también lleva adelante varias organizaciones, entre ellas: “Unidos por la vida” (trabaja con pandilleros y jóvenes en riesgo social), “Nutre Hogar” y está por fundar “Volver a vivir” (jóvenes drogadictos y alcohólicos).

Sobre los proyectos que lleva adelante indicó que se inspira cuando ve la necesidad y se lanza a través de la fe.

Incluir a los pobres

Al igual que el papa Francisco, monseñor Emiliani apela a la inclusión de los pobres en la iglesia y la sociedad.

Sobre el pontífice, Emiliani dijo que rompe el molde, es “un hombre de pueblo que se identifica con la realidad”.

“El Papa está preocupado por la austeridad en la iglesia, para que no vivamos arrodillados a los poderes del mundo”, destacó.

Lamentó el deterioro de la moral en occidente, provocado por ideas que buscan distorsionar el matrimonio, el aborto, consumismo, hedonismo y la competencia desleal.

La anhelada paz en Colombia

Muchos recuerdan su trabajo con los indígenas, la población darienita y los desplazados colombianos que llegaban a Panamá.

Emiliani indicó que desea que las FARC y el Gobierno lleguen a un acuerdo que ponga fin a esa “guerra absurda,de más de 50 años y miles de muertos”.

Recordó que cuando realizaba su trabajo como obispo de Darién atendió a muchos colombianos desplazados.

“Descubrimos y denunciamos la presencia de grupos insurgentes, armados, que en Colombia tenían su guerra… En Panamá fundaban campamentos y hospitalitos”, puntualizó.

Agregó que Panamá se estaba involucrando en un conflicto armado.

“Yo insistí, pedí y exigí que salieran de Darién estos grupos porque nos involucraban en una guerra que no es nuestra y nos hacían cómplices de esa guerra. Más de una vez dije: Se juega más la soberanía de Panamá en el Darién que en el Canal”, sentenció.

Enfrentarse a los grupos y hacer su trabajo no le da miedo, incluso ha mediado en cinco motines en Honduras.

Emiliani sigue adelante con su trabajo, buscando llegar a los que realmente deben ser la primera opción de la iglesia, los pobres.