Siguen las réplicas de sismos en Chiriquí

Un nuevo sismo de 4.0 grados a las 11 de la noche de este lunes, se sumó al sismo de 5.6 grados en la escala de Richter que estremeció nuevamente a la 1:44 p.m. la zona occidental de Panamá, como parte de las seis réplicas del sismos de 6.4 grados que este lunes 8 de diciembre estremeció el occidente de Panamá, sin dejar daños materiales, heridos y victimas según los informes preliminares de los organismos de seguridad.

El último temblor tuvo su epicentro a 36 kilómetros de la ciudad de Puerto Armuelles, distrito de Barú, hacia el Golfo de Charco Azul, su epicentro fue a una profundidad de 10 kilómetros, siendo una fuerte réplica del sismo de 6.4 de la madrugada del 8 de diciembre, informó el Instituto de Geociencias de la Universidad de Panamá (IGC-UP).

Tan sólo en las últimas 72 horas ya se han registrado en esta zona occidental del país, en el Océano Pacífico entre Panamá y Costa Rica, dos sismos de 6,4 grados.

El primero de ellos el seis de diciembre a las 12:24 de la tarde del sábado y el segundo este lunes 8 de diciembre a las 3:55 minutos de la madrugada, también con una intensidad de 6.4 grados.

Al menos unas 25 réplicas con una intensidad entre las 3.1 y los 5.0 grados han sido captadas por los sismógrafos de IGC-UP, del primer sismo del mediodía del sábado 6 de diciembre.

Del sismo de la madrugada de este lunes 8 de diciembre se han cuantificado unas seis réplicas, de 5.1, 4.1, 3.3, 4.2, 5.6 y 4.0 grados; sin dejar daños, sólo temor entre la población.

En lo que va del 2014, se han registrado unos tres mil sismos en el país, más del 85 por ciento de estos con epicentros en la zona occidental de Panamá, en donde convergen tres placas tectónicas.

Según los especialistas, estos últimos temblores son de subducción -que sólo liberan energía-, ya que no hay choque de placas tectónicas, su mecanismo es focal y da a la inversa, lo que los hace menos dañinos.

Explicaron que no se descarta que se dé un nuevo sismo, de igual magnitud o de mayor fuerza producto de un choque tectónico, por lo que es necesario que la población esté muy preparada y tenga ya establecidos planes de emergencia y control.