La cúpula de los partidos repele a las mujeres

Sede del Partido Revolucionario Democrático
Sede del Partido Revolucionario Democrático / TVN Noticias

Por lejos, la agenda política panameña es dominada y decidida por hombres.

Las mujeres, destacan las fichas públicas del Tribunal Electoral (TE), sólo ocupan 17 de los 103 cargos de mayor poder en los cinco partidos constituidos. Otros 84 puestos son comandados por varones y dos están vacantes.

Así las cosas, por cada mujer sentada en la mesa de junta directiva de un partido político panameño hay seis hombres.

Sin embargo, esa relación matemática no aplica para todos.

Duras realidades desiguales

En el panameñismo hay diez cargos ejecutivos y diez hombres ocupándolos. Todos del entorno del presidente Juan Carlos Varela, cuyo Gobierno sólo tiene tres ministras, ninguna de ellas de su colectivo.

El Partido Revolucionario Democrático (PRD), con un cargo más que el panameñismo en su Comité Ejecutivo Nacional, tiene apenas dos mujeres.

Se trata de Maribel Coco y Cresencia Prado, ambas subsecretarias, cargos que, por estatuto, no tienen más funciones que aportar en decisiones colectivas y suplir a sus superiores inmediatos.

La expresidenta del Foro de Mujeres de Partidos Políticos Elia López asegura que el panameñismo y el PRD fueron los últimos partidos en darle “poder real” a alguna mujer. Mireya Moscoso y Balbina Herrera. Ambas desterradas ahora de la beligerancia política.

“La cúpula de los partidos es totalmente patriarcal y machista. Las mujeres que nos activamos en los partidos políticos sabemos que para llegar a las cúpulas todavía hay mucho rezago. Es un camino hecho y trillado para el hombre”, asegura López.

Para ella, lo más “dramático” es que, en proporción, por cada hombre inscrito en un partido hay una mujer. Pero ellos tienen cuatro veces más oportunidades de ganar un puesto de poder que ellas.

Carlos Pérez Herrera, secretario general del PRD, sostiene que en el caso de su partido, la participación femenina es “va por encima” de la masculina, y si bien no se refleja en la junta de poder del CEN lo hace en el poder del frente femenino. “Ese es uno de los principales frentes del partido”, insiste.

En el caso del PRD, explica Pérez Herrera, están obligados a garantizar la paridad sólo en las nominaciones a las primarias, y a los cargos internos salvo las del CEN. “Entonces ellas deben salir a buscar su voto”, sostuvo a TVN Noticias.

Pero, sostiene Elia López, ese no es el mejor de los escenarios para propiciar la participación de las mujeres en la política, y ese tampoco es el caso del resto de los partidos, que eligen a su junta directiva por nóminas y no cargo por cargo.

El resto de los partidos

En el Partido Popular, sólo hay dos mujeres en una mesa de 15 ejecutivos (14%), y en Cambio Democrático hay cuatro en una junta directiva de 24 (16%).

El que mejor representación tiene es el Molirena (nueve de 44). La mujer con más poder ahí es Ingrid Ramírez, secretaria administrativa nacional.

“Es que han prevalecido cargas culturales y sociales que nos dicen qué es propio para las mujeres y qué para los hombres –sostiene López-. Y en el caso de que las mujeres entren en política, debemos saber que la crítica ciudadana es doble y triple que si fuera un hombre”.

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