El gran reto de la música llanera colombiana

Que la música llanera, la más popular de una inmensa región que comparten Colombia y Venezuela, cruce la cordillera y sea universal es el gran reto de ese género según el maestro Orlando "El Cholo" Valderrama, ganador de un Grammy Latino en 2008 y promotor del joropo, como también se conoce ese ritmo.

De recia voz y verso fácil, el artista que ha compuesto según sus propias cuentas unas 350 canciones, sabe de lo que habla cuando piensa en universalizar su género: ha logrado abrirle espacios al joropo en China, Alemania, Italia y hasta en la fría Rusia, países que a primera vista no tendrían interés en esta música que tiene su origen en el fandango español.

"Debemos quitarnos el miedo a cruzar la cordillera y mirar que el mundo nos espera para conocer muestra música que puede llegar a ser universal como otras", subrayó Valderrama en una entrevista con Efe.

A sus 65 años "bien vividos", la mayoría de ellos en fincas ganaderas de los Llanos Orientales de Colombia, el cantautor, hijo de un colono y una indígena, no se niega a las innovaciones de la música y por eso su grupo ha incorporado la guitarra, el bajo eléctrico, e incluso la batería y el saxo.

"La música puede seguir siendo pura innovándola, pero me gusta que se mantenga la lírica llanera, el mensaje, la letra, el canto puro y eso no impide que se busquen otras formas", dice el compositor nacido en Sogamoso, en el montañoso departamento de Boyacá, cuna de músicos, poetas y grandes ciclistas como Nairo Quintana.

Valderrama habla mientras mueve las manos para reafirmar cada palabra y se acomoda el sombrero de ala ancha que siempre lo acompaña, bien sea en los conciertos, amansando un caballo u ordeñando una vaca, labores que desempeña con igual destreza, o durante un reciente ensamble del "Berklee College of Music" en el que participaron otros nueve músicos.

"El Cholo" Valderrama ve que la música llanera ha estado encerrada en los llanos de Colombia y Venezuela y por eso trabaja para "salir de ese círculo en que vivimos y volverla más universal".

Venerado pos sus seguidores, "El Cholo" se dio a conocer del gran público colombiano hace dos años cuando participó con otros artistas en una versión de "La tierra del olvido", de Carlos Vives, y hace una semana fue aclamado en Bogotá en un concierto que dio en el Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo.

Padre de tres hijos, dice que sus composiciones las ha forjado en el llano en el que abundan los caballos, los chigüiros, las bandadas de garzas y las leyendas de hombres recios.

Sin embargo, también son de su gusto géneros que van desde la música clásica hasta el vallenato, sin dejar de lado voces de otros ritmos como las de Johnny Cash, Kenny Rogers, Led Zeppelin, Rolling Stones, Frank Sinatra, Caetano Veloso, Polo Montañez y Joan Manuel Serrat.

"Escuchando diferentes músicas de otras culturas uno se da cuenta que la música llanera, del llano, el joropo, tiene la calidad y cantidad de exponentes que la pueden hacer conocer en todo el mundo", reitera el artista a quien salvo algunas clases en el Westminster Choir College, de Princeton (EE.UU.), en donde perfeccionó su técnica vocal, el resto le vino del llano.

En la senda de buscar la internacionalización de la música, Valderrama tiene "palabriao" (acordado) grabar canciones con Chabuco o Andrés Cepeda pues "ellos están interesados en la música llanera".

"Uno de mis grandes proyectos para este año o para el otro es grabar una canción llanera con las voces de las estrellas de la música colombiana que hay en el mundo", asegura el compositor que dice sentir dolor de patria por la violencia del conflicto armado interno que apunta al final.

En su opinión, ningún colombiano ha sido ajeno directa o indirectamente de este flagelo que azotó con crueldad a los Llanos Orientales de Colombia en donde las FARC y los paramilitares establecieron feudos y cometieron todo tipo de despropósitos.

Justo en esa línea "El Cholo" Valderrama tiene varias canciones entre ellas "Camina Pedro", compuesta por Jhon Harby Ubaque, el guitarrista del grupo en la que narra las desventuras de un llanero desplazado que se rebusca la vida vendiendo lo que puede en los semáforos de Bogotá.

"Fue hecha para un llanero anónimo, por el llanero de a caballo que lo perdió todo", explica Valderrama, que ve que la música popular tiene el riesgo de quedarse en las grandes figuras y morir con ellas.

Ahora, "lo que hay que esperar es que el proceso de paz firmado por el Gobierno y las FARC tenga repercusión en la gente de a pie, que haya un verdadero perdón de corazón y no solamente el político, que es importante, pero el que más vale es el de corazón", dice.