Booktubers, redescubriendo la lectura

Parte de la decoración del estand de "Porquemegustaleer".
Parte de la decoración del estand de "Porquemegustaleer". / Tomado de Facebook/Porquemegustaleer

“No me gustaba leer. En la escuela nos ponían libros que no nos motivaban, difíciles de manejar”, comentó Edson Morales, booktuber.

Nos encontramos durante nuestra conversación en una réplica del gran salón de la casa Gryffindor, uno de los tantos escenarios pintorescos de las novelas de magia Harry Potter, y que se ha apoderado de un espacio del Pabellón Juvenil de la Feria del Libro de Panamá.

Edson, de 22 años, se refería a La Ilíada de Homero, que no concluyó. De pequeño solo leía cuentos breves, hasta que encontró la trilogía distópica Divergente de Veronica Roth a los 17 años.

“Me los leí en una semana, libros de 400 páginas. Para un joven, que no tenía experiencia en la lectura, es bastante gratificante”, relató Edson con elocuencia y un interés por seguir contándome sobre su relación con el libro, como si fuera la primera vez que lo conversara con alguien.

Los booktubers son jóvenes apasionados por la lectura y publican videos de reseñas de los libros que han leído en YouTube. Para ellos es un pasatiempo, por lo que las publicaciones son esporádicas y se dan cuando la vida cotidiana no abruma

César León, otro booktuber, pasó de leer historias cortas a las 360 páginas de una novela de 1864: Viaje al centro de la Tierra de Julio Verne. La experiencia disparó un interés desconocido hasta ese momento por los mundos lejanos en que podrían convivir androides, monstruos y personas.

Réplica de la sala de la casa Gryffindor, uno de los pintorescos escenarios de la saga mágica "Harry Potter".
Réplica de la sala de la casa Gryffindor, uno de los pintorescos escenarios de la saga mágica "Harry Potter". / TVN Noticias/Alexandra Howard

“¿Qué pasaría si los humanos nos encontráramos con alienígenas?”, se preguntó César, de 26 años, mientras me explicaba algunas de las novelas de ciencia ficción que ha leído con fervor.

Igual ocurrió con Ashley González, también booktuber, que se obsesionó con los dragones, las criaturas sobrenaturales y los reinos fantásticos desde el primer título de la saga Percy Jackson de Rick Riordan.

“No me acordaba de lo divertido que era leer, descubrí mundos diferentes”, contó la joven de 21 años con una sonrisa en su rostro, que asegura trata de ojear de dos a tres libros en una semana. “Los leo antes de dormir para soñar con lo que estaba leyendo”.

Una cercanía tan profunda que los lleva a vestirse y tratar de imitar el hablar de los protagonistas de las historias que leen, por lo que no sorprende toparse en el recinto con un chico luciendo la capa negra y la corbata roja con amarilla distintiva de Gryffindor, como las que deseé al crecer.

La realidad se mezcla con la ficción de los libros y películas fantásticas en el Pabellón Juvenil, un espacio separado del gentío que visita la feria y de los estands comerciales. Figuras a escala de personajes de los filmes de Star Wars, como Yoda, retienen a los visitantes no tan jóvenes para una foto.

Aquí encontré a los booktubers panameños y otros adolescentes que integran el grupo literario #PorQueMeGustaLeer, que reúne a los 16 clubes de lectura dedicados a sagas de ciencia ficción, magia y fantasía, entre ellas Game of Thrones y Harry Potter.

Un chico con el uniforme de la casa Gryffindor.
Un chico con el uniforme de la casa Gryffindor. / TVN Noticias/Alexandra Howard

“Las reseñas antes solo estaban en físico. Los videos las han acercado a los jóvenes. Nosotros las hacemos más coloquiales para ellos”, explicó César.

En ese punto, Edson se une a la conversación nuevamente y apela a la satisfacción de poder incentivar a alguien más a encontrar la obra perfecta. “Cuando te dicen que tu video les ayudó, les inspiró a leer un libro y ese libro les cambió la vida, te sientes por bien servido”, dijo.

Los booktubers llegaron a la vida de César, Edson y Ashley accidentalmente.

Edson quería ver el tráiler de la segunda película inspirada en la saga Divergente, cuando le fue recomendado por los algoritmos de YouTube el canal de una booktuber mexicana que reseñaba el libro.

Por su parte, César buscaba la secuencia indicada para leer su última adquisición La Fundación de Isaac Asimov, cuando descubrió que existían muchas personas compartiendo consejos para una experiencia más divertida en un lenguaje conocido y cercano a él.

Ashley anhelaba conocer los pensamientos de otros lectores que hubiesen comprado los mismos libros que ella, cuando por casualidad se adentró en esta comunidad digital.

Los booktubers, casi de manera instantánea, se han convertido en uno de los novedosos oficios virtuales, desarrollando una relación de lector a lector, sin intermediarios. En otros puntos del globo se han profesionalizado, por ejemplo España, donde el más popular, Javier Ruescas, con más de 259 mil suscriptores pasó de hablar sobre libros a publicar los suyos.

En Panamá el movimiento booktube se ha desarrollado, pero no se ha transformado en un trabajo. Conectar con más personas e incentivar a otros a leer es suficiente para ellos.

“Es algo que no empieza por dinero”, dijo Edson, que busca las palabras adecuadas para responder mi pregunta, en medio del bullicio de la feria. “Si algún libro te hizo llorar, reír o te enojó un poco… Tú quieres contar eso a alguien y si esa persona comparte esa misma emoción contigo, entonces ahí tienes una comunidad”.

Convirtiéndose en booktuber

Sentado frente a un librero, César, que luce una camiseta azul con las palabras Angel Grove, en referencia a la serie televisiva Power Rangers, habla de los títulos que seleccionó para la Boooktube-a-thon, un evento anual al que le siguen la pista la gran mayoría de los booktubers del mundo y establece retos literarios que deben cumplir en una semana.

Los desafíos incluían leer un libro que mencione un lugar que desean visitar, El mercader de Venecia de William Shakespeare para César, y un texto que cuente con una adaptación cinematográfica. El joven eligió Rebelión en la granja de George Orwell.

Ser un booktuber conlleva más que leer. Para César, que creó su canal “Biblioteca del Futuro” en 2017, el escenario de los videos tiene una explicación. “Decidí ponerme, como hace la mayoría, con el librero de fondo. Así también deja la opción a que alguien que le interese un libro, escriba un comentario y allí surjan más conversaciones”, detalló.

Edson con “Entre páginas y sartenes”, iniciado en 2015, mezcla su pasión por la gastronomía y los libros, intentando en cada grabación imitar los platillos mencionados en las novelas leídas o dar su opinión del autor y los momentos destacados de la lectura.

Ashley, que creó su canal “BatiBooks” en 2014, siempre opta por vestimentas con tonos neutros para no distraer a sus seguidores de lo más importante: su librero. En sus videos también da un espacio a las novelas gráficas, que no reciben atención de booktubers internacionales y nacionales, y brinda un puntaje a los títulos reseñados, donde el 5 se lo lleva el libro “con una trama interesante”.

Para ella, lo principal es que la puedan ver “como una amiga, más que una persona que está detrás de la pantalla”, motivo para agregar elementos que brinden pistas de sus gustos y personalidad.

Planificar, grabar y editar un video, según Edson, puede tomar entre uno a tres días. “Ponerse un horario cuando eres joven, cuando eres estudiante es bastante difícil. Tienes que hacer que todo compagine”, sostuvo.

“Yo digo cuando un libro no me gusta”, aseguró Ashley entre risas. Es una pregunta que no le hacen con frecuencia. “Es mi opinión. A ti no te va a dejar de gustar el libro por algo que yo diga. Si no me gustó, no me gustó”.

Los booktubers recurren a lo más sagrado ante los espectadores: honestidad, pero siempre respetando lo que ese texto pueda representar para alguien más.

“Yo intento resaltar los puntos fuertes… Pero también digo el porqué me atragantó cuando lo estaba leyendo. Aunque yo lo considere malo, hay otras personas que sí les gustó”, dijo César, pensativo.

Aclarando prejuicios

“Muchas veces se dice los jóvenes no leen, que los jóvenes no les gusta la lectura”, replicó Edson, cansado de escuchar el típico argumento que se repite entre adultos y personalidades del mundo literario, que cuestionan su selección de novelas.

“Pero tienes un evento como la Feria del Libro, que lleva muchos años celebrándose y en el que llegan muchos jóvenes, que por primera vez, encuentran un libro que les gusta”, alegó el booktuber.

Ashley está habituada a escuchar la frase “literatura basura”. “Son personas acostumbradas a leer clásicos, que sienten que los libros nuevos no tienen la misma enseñanza”, argumentó irritada. Ya ha tenido malas experiencias, cuando adultos le critican sus gustos literarios.

“No podemos comparar la escritura de Shakespeare con la de J.K. Rowling, es una lectura que tiene el lenguaje que usamos en este momento y con el que es más fácil conectar como lectores”, reiteró.

Los booktubers se trasladan al mundo análogo durante los seis días de la Feria del Libro, lo que equivale a unas 24 horas por la semana. Su energía inagotable para asistir diariamente al evento busca demostrar que leen más de lo escrito en redes sociales.

Este tiempo hiperconectado, donde no existe escapatoria de lo digital, fomenta la aparición de las comunidades que una miles de personas, cuya única paga es la gratificación de ayudar a otro joven a reencontrarse con la lectura.

Ashley pasó de ser una lectora solitaria a recomendar libros a aquellos compañeros del colegio que la molestaban por siempre estar concentrada en sus novelas. “No tenía amigos lectores”, recordó durante nuestra conversa. “Ahora me dicen ‘mi novia lee. ¿Qué le puedo comprar?’”.

Glosario: el idioma booktuber

Como cualquier comunidad digital, los booktubers cuentan con un vocabulario propio inspirado en los usuarios del mundo anglosajón. Aquí, los términos más utilizados:

Book haul (sus últimas adquisiciones), unboxing (paquete de libros comprados y regalados que se abre frente a la cámara) o bookshelf tour (una visita por la biblioteca del booktuber).

De los videos tampoco escapan TBR (To be Read, libros a leer próximamente), Book Tag (etiqueta para temáticas especiales, con retos, debates y curiosidades incluidas) y Wrap Up (los comentarios de las lecturas en un periodo determinado).

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