Adopciones de niños en Panamá bajan durante la pandemia

Se han declarado en adopción 10 solicitudes en lo que va del 2020, 35 menos que en el mismo periodo de 2019

Especialista en familia señala que deben reducirse los tiempos de investigación

Donaciones siguen llegando al Hogar San José Malambo, a pesar de la pandemia

Foto ilustrativa: Una persona adulta camina junto a una niña
Foto ilustrativa: Una persona adulta camina junto a una niña / AFP
Mayra Castillo Córdoba - Periodista
11 de diciembre 2020 - 06:04

Ciudad de Panamá/El proceso para adoptar un niño puede darse en un periodo largo y tedioso para cualquier persona que desea ser padre o madre, sin embargo, hacer este proceso durante pandemia podría ser mucho más extenso, debido a la situación que atraviesa el país.

La figura de la adopción se constituye en una institución jurídica de protección permanente, de orden público y de interés social, cuyo fin principal es poder restituirle el derecho a un niño, niña o adolescente a tener y formar parte de una familia.

Al respecto, la directora Nacional de Adopciones de la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia (Senniaf), Celine Brown Fuentes, señala que las estadísticas han variado debido a la pandemia para este año. Se han declarado en adopción 10 solicitudes en lo que va del año 2020, es decir 35 menos, en comparación con el mismo periodo de 2019 cuando se registraron 45.

A nivel nacional hay 50 albergues y 61 niños, niñas y adolescentes que están en estado de adoptabilidad hasta la fecha, en instituciones de protección.

Brown explica que el proceso comprende dos partes, una administrativa y otra judicial, la cual da inicio por la (administrativa) Dirección Nacional de Adopciones y una vez constituidas las etapas preadoptivas, la Senniaf remite la Solicitud de Constitución de la adopción a los Juzgados de Niñez y Adolescencia correspondientes, quienes decretarán la adopción.

Senniaf sigue brindado atenciones y orientaciones

En medio de la COVID-19, en la Senniaf, a través de la Dirección Nacional de Adopciones han seguido brindado las atenciones y orientaciones a las personas que desean realizar un proceso de adopción.

Siguiendo las directrices del Ministerio de Salud. Se activaron los protocolos para continuar con los Comités de Asignación Familiar y el Programa de Formación para futuros padres y madres adoptivos y se ha estado cumpliendo con las etapas de evaluaciones psicológicas y sociales a los futuros padres adoptivos.

La funcionaria explica que se ha adoptado el protocolo para el ingreso en prevención de la COVID-19, que consiste en espacios de cuarentena para ingresos, hisopados y equipo de protección.

Perspectiva desde los albergues

De igual forma, la directora del Hogar San José de Malambo, sor Lourdes Reiss señala que han estado bastante lentos los procesos de adopciones durante este periodo de pandemia, pero que se han dado unas dos o tres asignaciones de niños.

“No ha sido una cosa tan rápida y menos burocrática. Sin embargo, para darle solución a la situación que viven los niños, hay más proactividad”, dijo sor Lourdes.

En este orfelinato permanecen hasta la fecha unos 110 niños y adolescentes, entre ellos hay cuatro migrantes (tres niñas y un niño). Estos casos están siendo manejados por la Cancillería. Se trata de los hijos de unos migrantes de nacionalidad haitiana que nacieron en países como Chile, Venezuela y Perú. Ellos tienen dos años de estar en el Hogar San José de Malambo y su proceso está en investigación.

“Aquí no les hace falta nada, tienen su comida, ropa, atención médica, todos tienen su tablet y dan clases virtuales. Además reciben todos los meses una actividad cultural”, aseguró sor Lourdes.

Por su parte, la especialista en derecho familiar y exdirectora de la Senniaf, Yazmín Cárdenas Quintero señala que durante la pandemia no necesariamente todos los casos de niños bajo protección y abandono entran a ser parte de un proceso administrativo y judicial de adopción.

Explica que deben agotarse las investigaciones y ubicar otros familiares biológicos que deseen y puedan ejercer sus cuidados y atenciones, así como debe cumplirse con el proceso judicial de decretarse su estado de abandono o de niño expósito (cuando no se conocen sus padres), o bien sean inhabilitados sus padres de forma definitiva para ejercer la patria potestad de su hijo, para que el menor pueda ser sujeto de la última medida de protección para reestablecerle su derecho a la familia, la cual es su adopción.

Cárdenas señala que deben reducirse los tiempos de investigación para este proceso y explica que la Ley 46 del 17 de julio de 2013 sobre adopciones en sí no es el problema, sino que al tener que esperar mucho tiempo para la declaratoria judicial de inhabilitación del ejercicio de patria potestad de los padres, adicional a una declaratoria de estado de adoptabilidad de ese menor de edad, complica todo porque los casos en los Juzgados de Niñez tardan demasiado.

La especialista explica que una de las dificultades es que la Ley 46 de adopciones contempla algunas formas de acogimiento familiar para estos niños, como el Hogar Sustituto y Familias Acogentes que tienen el propósito de brindar temporalmente atención similar al niño como la que debe recibir en un hogar seguro y reconfortante. Sin embargo, debe tenerse claridad la figura de estas familias acogentes con las familias o personas solicitantes e idóneas para adopciones, de forma que no se cree confusión ni se malinterprete el propósito de una u otra.

Explica Cárdenas que, siendo este uno de los puntos controvertidos en la ley y que se presta para confusiones en la práctica y entendimiento de todas aquellas personas que están orientadas específicamente en la adopción de un menor de edad, se propuso y presentó por la Senniaf en el año 2018 dos propuestas de leyes a la Asamblea Nacional mediante las cuales se separan estas figuras, con la finalidad de subrogar la Ley 46 del 17 de julio de 2013 y separar la materia de adopciones del procedimiento de acogimiento para niños, niñas y adolescentes sin cuidado parental.

Posteriormente al ser revisados en la Comisión de la Mujer, la Niñez, Juventud y la Familia, surgieron otros dos proyectos similares con algunos cambios importantes ante la misma comisión y que se encuentran pendientes de discusión.

“Lo importante al momento de evaluar cambios a la actual Ley 46 de 2013 de adopciones, es tomar en cuenta que existe una realidad social, y es que ante las situaciones de violencia que afectan a nuestros niños y en las cuales resultan víctimas, debe siempre primar el interés superior del niño como sujeto de derecho”, concluye la especialista en derecho familiar.

Respecto a la lentitud en los procesos de adopción, la psicóloga y terapeuta Itzel Sayavedra dijo que esto no hace que los niños que no están siendo adoptados cambien emocionalmente en “nada”. “Ellos no están esperando ser adoptados con frecuencia, en general los padres prefieren adoptar bebés. Esa es su realidad”, destacó.

Situación del Hogar San José de Malambo

A pesar de la dura situación que atraviesa el país durante la pandemia, sor Lourdes Reiss señala que durante este tiempo el orfelinato ha estado bien y los niños bastante saludables. Sin embargo, se dieron cinco contagios de la COVID-19, ninguno tuvo complicaciones.

Explicó que, desde que inició la pandemia empezaron a darle a los niños vitamina C con zinc y Vitamina D, además de tomar muchos cítricos y que eso ayudó mucho a que hasta ahora no se hayan dado casos graves. También, otros cinco empleados han resultado positivos por el virus.

Los casos se manejan a través de una doctora que coordina con el Centro de Salud o la policlínica de Arraiján, para que se hagan los hisopados a los demás menores. Mientras que los contagiados son llevados a hoteles hospitales.

Donaciones siguen llegando

“Gracias a Dios y a la gente que siempre apoya al Hogar Malambo se ha estado enviando ayuda económica, alimentos y artículos de aseo personal, eso nos ha permitido compartir con familias pobres que han solicitado la ayuda para sus niños”, manifestó sor Lourdes.

La ayuda fue tanta desde que inició la pandemia, que pudieron compartir 300 bolsas de comida con familias afectadas por las inundaciones causadas por el huracán Eta en la provincia de Chiriquí.

Sin embargo, en las últimas semanas estas donaciones han bajado un poco y ya no pueden compartir con otros que lo necesitan, pero al menos logra cubrir la demanda del orfelinato.

También tienen proyectos de autogestión como la venta de miel de abejas que se produce en el apiario de la Finca Emanuel ubicada en El Arado de La Chorrera. Además, tienen cría de gallinas ponedoras para la venta y consumo propio, se produce plátanos y otras legumbres. El otro año piensan implementar la cría de peces y las hortalizas.

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