El impacto del cambio climático en las operaciones del Idaan

Ciudad de Panamá/El cambio climático, una variación global del clima de la tierra, está afectando las operaciones del Instituto de Acueductos y Alcantarillados Nacionales (Idaan), una situación que se refleja en la constante paralización de las potabilizadoras de la institución producto de la crecida de los ríos donde están las tomas de agua cruda.

Un reflejo de estos efectos, por ejemplo, son los 15 reportes de potabilizadoras que estuvieron fuera de servicio durante el pasado mes de mayo por problemas de turbiedad en las tomas de aguas crudas, crecidas de ríos o fuertes oleajes.

Los pobladores de Chiriquí, durante este mes, fueron los más afectados con aproximadamente ocho suspensiones del servicio. Las plantas potabilizadoras de Chorro Blanco en Boquerón, Paso Canoas en Barú y Santa Marta se cuentan entre las que dejaron de operar como consecuencia de fenómenos climatológicos. Le siguió la planta potabilizadora Jaime Díaz Quintero del distrito de La Chorrera que por la misma causa paralizó operaciones en tres ocasiones.

No obstante, las lluvias, durante el pasado mes de mayo, obligaron a suspender el servicio, en más de una ocasión, en las plantas potabilizadoras de Yaviza en Darién, Solón en Bocas del Toro, Centenario de Pacora en Panamá Este, Chame y San Carlos en Panamá Oeste.

Mientras, la planta desalinizadora de la isla de Taboga quedó fuera de servicio el pasado 21 de mayo como consecuencia de los fuertes oleajes.

Un nuevo reto para el Idaan

Al respecto, el director del Idaan Juan Antonio Ducruet, confirmó que los problemas que está enfrentando la institución en la operabilidad de las potabilizadoras, en este momento, tienen que ver más con los efectos climáticos que con problemas presupuestarios que afecten su mantenimiento.

Las crecidas de ríos producto de fenómenos atípicos como los de este fin de semana o los efectos de los huracanes Eta e Iota no se pueden presupuestar, por lo que se manejan a través de partidas de contingencia en los presupuestos de inversión”, indicó Ducruet.

El paso de los huracanes Eta e Iota por las costas de Centroamérica dejó 6 millones de dólares en daños a infraestructuras de la entidad en la provincia de Chiriquí. “Toda la toma de la planta potabilizadora de Boquerón en la provincia de Chiriquí se la llevo el río el año pasado”, dijo el director del Idaan.

El Idaan tiene bajo su responsabilidad 56 plantas potabilizadoras en el país.

El dinero no alcanza

El director del Idaan informó que en la entidad se maneja un presupuesto de reparaciones cotidianas de aproximadamente 60 millones de dólares anuales, porque tienen contratos de cuadrillas externas, máquinas y repuestos.

De hecho, señaló que este presupuesto no alcanza y la institución necesita aumentar los ingresos para funcionar con más capacidad para enfrentar contingencias, pero sobre todo para poder realizar más acciones preventivas de mantenimiento.

Ducruet, además informó que la pandemia de COVID-19 no provocó una afectación mayor del 20% de los ingresos de la entidad, pero sí los recortes presupuestarios de la vigencia fiscal.

Esa es una situación de la economía y la recaudación tributaria. En general, los clientes del Idaan han estado cumpliendo con el pago del servicio de agua y alcantarillado”, destacó Ducruet.

Mientras, un informe periodístico del Ministerio de Ambiente (Mi Ambiente) sobre los efectos del cambio climático en el país dieron cuenta de que el costo anual actual por eventos climáticos recurrentes oscila entre los 125 y 150 millones de balboas, lo que representa entre el 0.36% al 0.42% del Producto Interno Bruto.

El dato, el cual forma parte del Plan Estratégico del Gobierno de Panamá, dado a conocer, el pasado 24 de octubre de 2020, durante el marco de conmemoración del Día Mundial de la Lucha Contra el Cambio Climático, advirtió que a largo paso esta situación puede tener efectos significativos en el crecimiento del país.

El mismo documento reveló que ya el país cuenta con un conjunto de acciones donde los componentes de adaptación y resiliencia serán primordiales en la consecución del Plan de Acción Climática durante este año. Lo que se busca es eficiencia y gestión de riesgo en áreas vulnerables y de producción para lograr la seguridad alimenticia y económica.

Por su lado, la abogada ambientalista, Susana Serracín, explicó que las afectaciones que el cambio climático provoca sobre las operaciones de las plantas potabilizadoras del Idaan es un problema que se ha identificado desde años atrás, representa uno de los desafíos para la institución y amerita una transformación en su modelo de gestión estructural, aunado al crecimiento de la población, la industrialización, los conflictos y desastres naturales que se agudizan con el cambio y la variabilidad climática.

Es importante garantizar el bienestar de la población y a la vez dinamizar la economía. Para ello es necesario mejorar la red de abastecimiento de agua y saneamiento y reducir la morosidad en los pagos, para garantizar la seguridad hídrica de la población y el fomento de una nueva cultura del agua”, señaló Serracín.

Serracín expresó que este escenario revela, y así lo confirman estudios que ya se han desarrollado al respecto, la necesidad de invertir en el proceso de prevención, adaptación y mitigación al cambio climático con una adecuada gestión ambiental, orientada a la reducción de la vulnerabilidad total.

No obstante, manifestó que desde hace años ha habido una gran diferencia entre el discurso y lo que se hace, vivimos en un país de muchas contradicciones y he aquí un resultado de eso, la ausencia de visión de Estado.

En relación a la forma de revertir una situación que ya está presente en el país, Serracín informó que esta problemática requiere de un abordaje integral interinstitucional, no solamente del Idaan, sino que involucre el MiAmbiente, el Ministerio de Desarrollo Agropecuario, entre otros y que implique la conservación de los suelos, proteger y rehabilitar los bosques ribereños, los humedales, los manglares, los ecosistemas marinos, los bosques montanos y premontanos para enfrentar los efectos del cambio climático.

“De lo contrario, si el asunto no se ve desde esta perspectiva integral, nos veremos inmersos en un problema cada vez más severo y que resultará en gastos operacionales cada vez más excesivos para la gestión del IDAAN”, declaró.

Agregó que normalmente los Fenómenos del Niño y la Niña se turnan y en este momento está el Fenómeno de la Niña, lo que provoca lluvias más fuertes e intensas.

Serracín expresó que definitivamente esta situación ha sido advertida desde hace tiempo. Sin embargo, debido a la falta de visión y de voluntad política por parte de las autoridades en diferentes administraciones, para la implementación de una estrategia integral y efectiva con relevancia del componente ambiental, continuaremos con un Idaan aplicando medidas paliativas y a la vez costosas para el Estado.

En otras palabras, solucionando con “parches” un problema que amerita el esfuerzo de todos los sectores y visión de Estado para lograr una administración eficiente del recurso hídrico.