Los niños que pensaban que iban a morir como en el Titanic

Este contenido forma parte del especial, "Eta, Testimonios de una tragedia"

Los niños que pensaban que iban a morir como en el Titanic
Los niños que pensaban que iban a morir como en el Titanic / AFP

Ocho días habían pasado desde la tempestad que provocó inundaciones, deslizamientos de tierra, pérdida de cultivos y muertes, en la provincia de Chiriquí, una de las más afectadas por los efectos del huracán Eta.

En el área de San Valentín, específicamente en el sector conocido como Tanque del Agua, corregimiento de Puerto Armuelles (distrito de Barú), vive junto a su familia, Olvin Pinto.

Aún desesperado, queriendo decir mucho más de lo que podía expresar con palabras, cuenta a TVN-2.com que, el nivel del agua subió demasiado, pero a una altitud que nunca antes en la vida habían visto.

Lo primero que pensó, al ver que la situación iba a empeorar, fue subir al techo con sus niños para tratar de ponerlos a salvo. Tuvo que hacerlo a la velocidad de un chasquido de dedos, porque según cuenta, no iban a tener tanto tiempo para reaccionar.

Uno adulto, uno se la juega, pero con niños es muy diferente”, expresó.

Para Olvin y su familia, la magnitud de lo que estaban viviendo, era tan desolador y dantesco que pasaron por su mente escenas de la película Titanic, de hecho, uno de los hijos le preguntó si su suerte sería la misma que la de aquellas personas que murieron en el Atlántico. La zozobra se apoderó de ellos.

Esperan ayuda

Ahora que han mejorado las condiciones del clima y estando a salvo, manifiesta que la ayuda ha llegado, pero muy poca. Él y su familia necesitan colchones, sábanas, toallas, calzados y algunos electrodomésticos, “porque todo eso se perdió”.

La nevera ya no arranca”. Olvin Pinto.

Lo que más temen, tanto el señor Pinto, como el resto de las personas que vivieron los estragos del temporal, es que se vuelva a repetir algo similar.

Deslizamiento acaba con plantaciones de café

A 60 kilómetros de distancia de donde vive el señor Olvin, en el distrito de Renacimiento las lluvias no dejaron de arremeter con furia y arrasaron con cultivos de café que ocupaban hectáreas de terreno de la finca de Mario Lázaro, productor de ese rubro.

Resignado a lo que ya pasó, calcula que sus pérdidas económicas rondan entre los 70 o 75 mil dólares.

Además, dos hectáreas con 8 mil plantones de café, que estaban en plena etapa de producción desaparecieron producto de un deslizamiento de tierra.

Comparte con TVN-2.com que su padre, le heredó 5 hectáreas de terreno y producto del trabajo que ha realizado por años pudo hacer crecer su propiedad, comprando, hasta llegar a las 50 hectáreas que abarca su finca en la actualidad.

Otro de los obstáculos que supone el mal tiempo, es que no permite que se puedan hacer los controles de fumigación para reducir el riesgo de hongos en las plantaciones, lo que hace muy probable que el porcentaje de pérdidas sea mucho mayor.

Con el apoyo del periodista Fabio Caballero.

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