La perla panameña con una historia de 400 años que todavía es noticia en Hollywood

La Perla Peregrina desapareció en el 2011 luego de ser subastada por la cifra récord de 11.8 millones de dólares.
La Perla Peregrina desapareció en el 2011 luego de ser subastada por la cifra récord de 11.8 millones de dólares. / internet

Pocas joyas tienen tras de sí una historia tan fascinante. La Peregrina es una perla de tamaño y forma extraordinaria, y con 400 años es considerada una de las gemas más valiosas y legendarias del mundo.

Fue extraída del archipiélago de Las Perlas en Panamá en el siglo XVI. Cientos de esclavos murieron en las pesquerías panameñas extrayendo del mar, en condiciones infrahumanas, las maravillosas perlas que alimentarían el comercio de estas valiosas gemas. Algunos tuvieron la suerte de obtener su libertad al encontrar algún peculiar y muy valioso ejemplar.

De Panamá a España

Se dice que la perla fue hallada en la Isla Santa Margarita en 1515, pero llega a España varias décadas después cuando Diego de Tebes, alguacil mayor de Panamá la lleva a Sevilla y se la vende al joyero del rey Felipe II de España. En los documentos de la época aparece que pesaba 58.5 quilates.

Desde entonces ha formado parte de la joyas de la Corona de España a la que también pertenece otra perla más pequeña y de forma parecida llamada la “Pelegrina”. Este detalle ha llevado a varias confusiones históricas.

Aunque la Peregrina ha viajado por varios continentes, su nombre no se debe a su historia itinerante sino a su peculiar forma de gota o lágrima. El adjetivo peregrino también indica algo raro, insólito, extraño y singular, todas esas características de esta perla que también se conoció como “la Única”, “la Solitaria” o “la Sola”.

Su excepcionalidad la convirtió en el objeto del deseo de la realeza de la época llegando a formar parte del joyero de varias reinas españolas a lo largo de los siglos como Margarita de Austria-Estiria, Isabel de Borbón o María Luisa de Parma.

Durante mucho tiempo se supuso que la primera reina que la poseyó fue la británica María Tudor, esposa por corto tiempo de Felipe II, pues aparece en un famoso retrato pintado por Antonio Moro expuesto en el Museo del Prado con una perla similar.

Sin embargo, investigaciones recientes aclaran que se trata de perlas distintas. Felipe II adquirió la Peregrina varios años depués. La que aparece en el retrato está incluida en el inventario de joyas de los Tudor.

Mientras, la Peregrina sí es la que luce la reina Margarita de Austria-Estiria en un broche y en el sombrero su esposo Felipe III, ambos en retratos ecuestres pintados por Diego Velázquez y que también se encuentran en El Prado.

Otra reina que fue retratada por el ilustre pintor español luciendo esta joya fue Isabel de Borbón, primera esposa de Felipe IV, quien la lleva unida al diamante el “Estanque”, otra pieza extraordinaria, prendida a la cintura.

Retrato de Diego Velázquez de Felipe III con la Perla Peregrina en el sombrero. Esta obra se encuentra en el Museo del Prado en Madrid.
Retrato de Diego Velázquez de Felipe III con la Perla Peregrina en el sombrero. Esta obra se encuentra en el Museo del Prado en Madrid. / Wikipedia

Robada por José Bonaparte

La Peregrina permaneció en posesión de la familia real española hasta principios del siglo XIX. En 1808 Napoleón invadió España y puso a su hermano José Bonaparte en el trono. Este se hizo con las joyas de los Borbones y envió la perla a París como regalo a su esposa Julia Clary.

La perla viaja a Estados Unidos y regresa en manos de Bonaparte. Es heredada por Napoleón III quien la vende en 1848 para solventar problemas económicos al inglés James Hamilton, duque de Abercorn. Finalmente, fue vendida a una joyería inglesa y se sabe que pasó por dos coleccionstas entre 1914 y 1969.

Richard Burton vs la Casa Real española

En 1969 la Peregrina sale a subasta, y la noticia causa agitación en España. Se cuenta que la Casa Real española intentó entorpecer la venta afirmando que esa perla no era la auténtica. Los Borbones españoles tenían otra perla, regalada por Alfonso XIII a su esposa, y afirmaron que esa era la genuina.

Según documentación publicada recientemente, ya en 1914 Alfonso XIII sabía que la Peregrina había sido vendida por los Abercorn a una joyería inglesa. Consta que se la ofrecieron al rey, pero no llegaron a un trato, y acaso fue entonces cuando Alfonso XIII obtuvo una segunda perla, que sería la mostrada por su viuda en 1969.

Así que la joya fue subastada el día 23 de enero de 1969 por la sala Parke Bennet en Nueva York, como «lote número 129». La mayor parte de los que pujaron se detuvieron en los 15 mil dólares. Hasta los 20 mil llegó Alfonso de Borbón Dampierre.

El actor Richard Burton la adquirió por 37 mil dólares como un regalo de San Valentín para Elizabeth Taylor.

Elizaebth Taylor llevó la perla en solitario en su aparición en la película Ana de los mil días.
Elizaebth Taylor llevó la perla en solitario en su aparición en la película Ana de los mil días. / internet

El perro de Liz que mordió la Peregrina

La famosa actriz lució la perla en solitario durante su breve aparición en la película de época Ana de los mil días en 1969 y posteriormente fue incorporada a un collar de rubíes y diamantes, diseñado por la prestigiosa casa de joyas Cartier de París, convirtiéndola en una pieza de valor incalculable.

Hasta su fallecimiento, Liz Taylor seguía siendo la propietaria de este ejemplar, que de acuerdo con todos los indicios, es la auténtica Perla Peregrina.

Una de las más populares anécdotas en torno a la pieza es un incidente que la propia Taylor narra en su libro de memorias “Taylor: My Love Affair With Jewel” (Mi historia de amor con las joyas) y que ahora también se cuenta en la reciente novela escrita por Carmen Posadas, “La leyenda de La Peregrina”.

Según relató, estando alojada con Richard Burton en el hotel Caesar´s Palace de Las Vegas, la perla se desprendió de su engarce y cayó en una tupida alfombra de la habitación. Como Liz no la veía, se descalzó y caminó por la alfombra, con la esperanza de palpar la perla con sus pies.

Ya estaba sobre sus manos y rodillas, recorriendo cada centímetro de la alfombra peluda de la suite, pero todo era en vano.

Entonces, notó que uno de sus perros pequineses masticaba algo. "¿Qué es lo que está masticando? tuve que morderme la lengua para no gritar de nuevo. Con mucha naturalidad abrí la boca del cachorrillo y dentro estaba la perla más perfecta del mundo. Y gracias a Dios no estaba arañada”, relató la actriz.

2011: nuevamente a subasta

El 13 de diciembre de 2011 la casa de subastas Christie’s realizó la venta de la colección de joyas de Elizabeth Taylor tal y como ella había precisado que sucediera tras su muerte. Entre las piezas subastadas se encontraba la Peregrina que fue la pieza que dio comienzo a la subasta.

Al parecer, esta singular gema siempre se supera. Ya que pasará a la historia por haber pertenecido a reinas y a la actriz, pero además porque su venta alcanzó una cifra sin precedentes, un récord mundial de venta de una piedra preciosa durante una subasta: al llegar a los 11.8 millones de dólares.

Fue adquirida por un comprador anónimo desapareciendo nuevamente.

Carmen Posadas sugiere que la perla se encuentra en un país del Medio Oriente y lamenta que haya sido adquirida para mantenerla oculta.

Pero considera que la perla Peregrina volverá a aparecer en algún momento para agregar más anécdotas a la historia de esta joya extraordinaria que seguirá siendo el objeto del deseo de ricos, famosos y fabuladores.

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