La ciencia panameña que ha luchado contra el COVID-19 seguirá sin presupuesto en el 2021

En 2021 Panamá mantendrá la tendencia de invertir un porcentaje mínimo en investigación y desarrollo científico, tras conocerse los montos asignados a las principales instituciones científicas del país.

Instituto Conmemorativo Gorgas
Sede del Instituto Conmemorativo Gorgas, donde los hacedores de la ciencia se desempeñan con la constante de un presupuesto al límite. / Archivo
Helkin Guevara - Corresponsal Digital
21 de noviembre 2020 - 07:27

Ciudad de Panamá/"Ya no tenemos pa' hacer ciencia". La consigna se repite año tras año en los carteles que portan los participantes de la Marcha por la ciencia, una manifestación que trata de resaltar el valor del saber científico y reclama mayor protagonismo ante los ajustados presupuestos públicos. Y en 2021, con una pandemia sin dar visos de su final, la situación no variará.

Hace unos días fue publicado en Gaceta Oficial el Presupuesto General del Estado para el próximo año, que asignó $43.6 millones para la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (Senacyt) y $41.2 millones para el Instituto Conmemorativo Gorgas de Estudio de la Salud (Icges), dos de las principales instituciones que trabajan por el desarrollo de la ciencia en el país. Entre ambas entidades suman $84.8 millones de fondos para el próximo curso, el 0.3% de los $24,192 millones del presupuesto estatal.

Reducción de fondos

En el caso de Senacyt, los $43.6 millones otorgados se quedaron por debajo de lo solicitado ($72 millones) y son también $12.6 millones menos que los fondos que manejaron en 2019.

La disminución en el presupuesto de Senacyt generó un inmediato malestar en la comunidad científica local.

A través de un comunicado, el colectivo Ciencia en Panamá expresó su "preocupación por la reducción del presupuesto 2021 de la Senacyt y por la falta de interés en el apoyo de los procesos científicos en la toma de decisiones ante problemas como las recientes inundaciones en Chiriquí o la pandemia por la COVID-19".

"En Panamá, la gran mayoría de los científicos locales que llevan adelante investigaciones sobre la COVID-19 y otros estudios, se han formado y/o lideran estudios con fondos otorgados por méritos por Senacyt (...) Senacyt es la única institución pública que ofrece fondos a los científicos en universidades, centros de investigación y la empresa privada, para actividades de investigación y desarrollo, estudios en campos de la salud, ciencias agropecuarias, biotecnología e ingeniería", describe el documento, que también destaca el rol que ha desempeñado la ciencia en la pandemia desatada por el nuevo coronavirus, salvando vidas y ayudando en la reactivación de la economía.

Unos 200 profesionales de diferentes áreas científicas en el país integran Ciencia en Panamá.

Senacyt desarrolla actividades, proyectos y programas "con el objetivo de fortalecer, apoyar, inducir y promover el desarrollo de la ciencia, la tecnología y la innovación" para que la ciencia y la tecnología "se conviertan en herramientas de desarrollo sostenible para Panamá", detalla la institución en su misión y objetivos.

En tanto, al Icges le fueron destinados $41.2 millones, presupuesto extraordinario que incluye unos $19 millones para empezar la construcción y compra de equipos para el nuevo campus de la institución.

En 2020 el Gorgas recibió un presupuesto de $19.6 millones (de $46.5 millones que pidieron durante la sustentación) y en 2019 fue de $28.6 millones (de $39.3 millones solicitados), según información de la institución.

Baja inversión regional en I+D

Aunque en años recientes se han registrado avances en América Latina, la inversión que realizan los países de la región en I+D (investigación y desarrollo) representa un porcentaje del 0.67% del PIB, según estimaciones de la Red de Indicadores de Ciencia y Tecnología, registradas en un compendio de indicadores publicado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

Se trata de una cifra que dista de países como Finlandia (3.5%), Corea (3.5%), Suecia (3.6%) e Israel (4.7%), los que presentan las mayores tasas de presupuestos en I+D.

Además, en América Latina, el 0.67% debe ser matizado si se toma en cuenta que solo Brasil realizó el 60% de la inversión regional en I+D, destaca el documento del BID. Mientras que la inversión brasileña representó el 1.11% de su PIB, en muchos otros países el porcentaje es mucho menor. En Panamá, por ejemplo, es de 0.16% del PIB.

Ciencia con obstáculos

Trabajar con presupuestos apretados o insuficientes causa muchas limitaciones que impiden la buena ciencia, apunta Arlene Calvo, doctora en salud pública, investigadora en medicina preventiva e integrante de Ciencia en Panamá. Los presupuestos inadecuados obligan a tratar de sortear dificultades en áreas como contratación de personal técnico, compra de equipos e insumos, espacios adecuados para trabajar, acceso a información bibliográfica y bases de datos, plataformas digitales adecuadas y patrocinio de proyectos de investigación.

En recientes declaraciones, Víctor Sánchez Urrutia, secretario nacional de ciencia, tecnología e innovación, apuntó al respecto que si bien el monto designado a Senacyt para 2021 era suficiente para dar seguimiento a los proyectos en ejecución, si impedía desarrollar nuevos o ampliar los existentes.

"La ciencia nos ayuda a entender y resolver problemas que nuestra sociedad enfrenta. Realmente decimos que la ciencia está en todo. Si no tenemos ciencia, no podemos avanzar como país", concluye la doctora Calvo.

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