Los pedazos de historia que guarda el Archivo Nacional

Historia en Panamá

El Archivo Nacional guarda miles de documentos de diversas épocas de la historia de Panamá.

Edificio del Archivo Nacional, ubicado en Avenida Perú.
Edificio del Archivo Nacional, ubicado en Avenida Perú. / AAN

En la avenida Perú, en un monumental edificio de estilo neoclásico se ubica el Archivo Nacional de Panamá, para preservar material documental de gran valor patrimonial y que constituye el registro de la memoria de la Nación.

Fue creado por el presidente Belisario Porras en el año de 1912, luego de una visita a las sedes de Récords Públicos de Londres, los Archivos Nacionales de París, los Reales Archivos Generales de Bruselas y de División de Manuscrito de la Biblioteca del Congreso de Washington, donde observó el cuidado y la atención que se daba a los “papeles viejos” de esos países.

En el dintel de la puerta principal podemos leer la siguiente inscripción: “Este edificio fue construido por el presidente de la República Dr. Belisario Porras, para custodiar los documentos nacionales”.

En 1924, el Archivo Nacional era dependencia de la Secretaría de Gobierno y Justicia. En 1941, se cambia su denominación de Archivos Nacionales a Archivo Nacional de Panamá, y en 1957 se consolidan sus funciones con la promulgación de una legislación más abarcadora y empiezan a desarrollarse los primeros cursos universitarios de capacitación para archiveros.

En 1964, pasa a manos del Ministerio de Educación; y luego en 1982 se adscribe como dependencia del Instituto Nacional de Cultura. Finalmente, en 1999, se transfiere el Archivo Nacional como una Dirección adscrita al Registro Público de Panamá.

Carta de Victoriano Lorenzo al gobernador del departamento del Istmo fechada el 23 de febrero de 1903.
Carta de Victoriano Lorenzo al gobernador del departamento del Istmo fechada el 23 de febrero de 1903. / AAN

Testigos de la historia

El Archivo Nacional de Panamá es principalmente histórico, por eso uno de sus principales departamentos es el de Fondos Documentales. En él se encuentran 240 fondos entre los que destacan valiosos documentos de casi todas las épocas históricas del país.

Y en ellos podemos encontrar un gran número de documentos destacados e importantes para conocer mejor acontecimientos de nuestra historia.

El documento más antiguo data de 1572 y se trata del pago de impuestos de la venta de esclavos a la corona española.

De la época colombiana destaca un relato sobre los sucesos del 15 de abril de 1856 en la estación del ferrocarril como resultado del “incidente de la tajada de sandía”.

También encontramos el tratado de paz firmado a bordo del buque “Almirante Winsconsin” donde se da fin a la Guerra de los Mil Días, de 1902.

Y destaca una carta enviada por el general guerrillero Victoriano Lorenzo al gobernador del departamento de Istmo de Panamá, José Domingo de Obaldía, pidiendo la devolución de su revolver cuyo costo fue de 40 pesos, fechada casi dos meses antes de su fusilamiento, el 23 de febrero de 1903.
Proceso de restauración de un documento.
Proceso de restauración de un documento. / AAN

Restauración, conservación y digitalización

Sin embargo, antes de incluirse en los fondos documentales muchos documentos históricos deben pasar por un proceso de restauración y conservación.

Para esto el archivo cuenta con un laboratorio de conservación, restauración, encuadernación y análisis documental con equipos de alta tecnología y materiales acordes con las características ambientales de Panamá para que todo documento en papel vuelva a tener vida.

Otro de los proyectos que están desarrollando desde 2014 es la digitalización de los fondos para un mejor acceso de los usuarios a la documentación que ofrece el archivo.

Para Gustavo Cerrud, Director del Archivo Nacional, “tenemos un proyecto especial que consiste en la restauración de 84 tomos de la notaría primera de Panamá de 1804 a 1872 de la compra y venta de esclavos, que es una labor muy interesante porque se redescubre lo que se vivía en esos tiempos y también tenemos nuestro departamento de digitalización en el cual los documentos de los proyectos que se están haciendo, entre ellos la digitalización de expedientes de planos de tierras baldías de Panamá, donde se digitalizan todos los expedientes y se están digitalizando los planos para que los mismos puedan tener mejor acceso y por supuesto, parte de ese proceso de conservación reposa en digitalizarlo porque evita la manipulación constante y el movimiento del mismo documento puede deteriorarse porque a lo largo de los años con nuestro clima los papeles sufren bastante con la humedad a pesar que nosotros, una institución a la vanguardia, en materia archivística porque los materiales con que trabaja el laboratorio de restauración son materiales libres de ácido, materiales que luchan contra esa adversidad que tenemos para proteger el documento, se conservan en cajas especiales libres de ácido y ese trabajo de organización, de clasificación, de foliación y digitalización en términos generales en conjunto entre los diversos departamentos que tenemos dentro del archivo nacional cumplen esa misión de conservar nuestro patrimonio documental".

Vista de algunos de los fondos del Archivo Nacional.
Vista de algunos de los fondos del Archivo Nacional. / AAN

Primer edificio de archivos en América Latina

En 1924 Panamá fue el primer país de América Latina que construía un edificio exclusivo para su Archivo Nacional. A un costo de 160.000 dólares se levantó un edificio de piedra y concreto con baldosas de mosaicos.

Sus pisos cubren un área de más de mil metros cuadrados y su planta superior tiene una capacidad calculada para 300.000 expedientes.

Sobre el edificio el arquitecto Eduardo Tejeira Davis, escribió en el capítulo “La modernización de la ciudad”, del libro Panamá Cosmopolita, “Como decía arriba, la avenida Perú en sus inicios era un paseo arbolado con grandes residencias. Fue en este sosegado contexto —que hoy nos resulta muy difícil de imaginar— donde el presidente Belisario Porras decidió construir los Archivos Nacionales, entre las calles 31 y 32 este. Fue el primer edificio concebido para este fin en América Latina. Durante el proceso de diseño se le agregaron las oficinas del registro público y Registro Civil, aunque hoy sólo se usa como archivo. El edificio se construyó, entre 1923 y 1924, sobre un basamento que sirve de sótano a su planta es simétrica, con un eje central que culmina en una gran escalinata y un segundo eje longitudinal con pasillos que conducen a las oficinas. El proyecto se concibió con una intención monumental: se trata de un bloque simétrico con tres pórticos corintios en sus tres fachadas principales. El frente, hacia la avenida Perú, tiene una típica con composición beaux-arts, con leves retranqueos que generan un ritmo A-B-C-B-A. Por otro lado, la imagen del conjunto es de un severo neoclasicismo: las columnas se ven auténticamente romanas. Y, sin embargo, los remates de perfil mixtilíneos, que se parecen al del cercano hospital Santo Tomás, no tienen nada que ver con esta tradición y parecen encajar más bien en el mission style. Según su arquitecto, Leonardo Villanueva Meyer, esta solución era provisional, ya que se pensó agregar un piso y rehacer los frontones. Como esta medida nunca se tomó, el edificio quedó tal y como se construyó. Hoy no tiene mayor relación con un entorno que ha cambiado por completo”.

El encargado de la construcción del Archivo Nacional fue el Arquitecto Leonardo Villanueva Meyer, de nacionalidad peruana, el cual hizo entrega de esta obra a J.A. Jiménez, secretario de Fomento y presidente de la Junta Encargado de la Construcción. La inauguración del edificio fue el 15 de agosto de 1924, en la tercera administración presidencial de Belisario Porras por lo que este año cumplió 97.

Documentos en proceso de restauración.
Documentos en proceso de restauración. / AAN

Políticas archivísticas

Debido que el edificio también estaba ocupado por el Registro Civil y el de la Propiedad, se redujo el espacio considerablemente para conservar los récords. Este problema de congestión dio por resultado la promulgación del Decreto Nº 204, de 2 de Noviembre de 1933, que suspendió todas las transferencias de las oficinas administrativas al Archivo.

"El edificio del Archivo Nacional en su momento fue el edificio público más grande. La parte de los archivos estaba en el segundo piso y en la planta baja estuvieron instituciones como el Registro Civil, la Notaría Primera, el Registro Público entre las más conocidas. En el año de 1933 se pasa un decreto que prohíbe a las diversas secretarías enviar al archivo nacional documentación porque ya no cabía, el edificio se había quedado corto espacio. Por eso es importante el planteamiento de que el Archivo Nacional es quien se encarga de dictar las normas archivísticas del país para que las diversas instituciones puedan organizar y por supuesto contratar archivólogos y tener personal idóneo para organizar sus documentos. Lo que sí recibimos de forma actualizada son los protocolos notariales, estamos en ese proceso, ese es el gran proyecto en este momento, de organizar y capacitar a los notarios para que entreguen de manera organizada y con los procedimientos correspondientes al Archivo Nacional los documentos de los protocolos notariales”, afirmó Cerrud.

El Archivo Nacional tiene como principales usuarios a los investigadores que necesitan corroborar datos históricos de diversas índole principalmente para publicaciones. Sin embargo, también brinda información a la población en general sobre temas tan variados como planos de edificios, linderos de terrenos que necesitan para trámites personales. Además, tiene una biblioteca que también es consultada por estudiantes y profesores con propósitos académicos.

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