Manny Pacquiao asesta un golpe político con su combate de boxeo en Las Vegas

Pacquiao - Bradley III

Manny Pacquiao
Manny Pacquiao / Getty Images
Afp
08 de abril 2016 - 09:37

Gane o pierda su millonario combate de este fin de semana en Las Vegas, la estrella filipina del boxeo Manny Pacquiao asestará un gran golpe a sus adversarios en política, un mes antes de las elecciones en Filipinas en las que es candidato a senador.

El ocho veces campeón del mundo, de 37 años, se enfrenta al estadounidense Timothy Bradley, en combate que será visto el domingo por la mañana (hora local) por buena parte de los 100 millones de filipinos. Esta cobertura mediática le vale decenas de millones de dólares de publicidad gratuita.

Sus adversarios políticos, encolerizados, lo acusan de incumplir las normas de financiación de las campañas electorales.

"Si fuera 'fair play' no libraría un combate un mes antes de las elecciones" dice a la AFP Walden Bello, también candidato a las senatoriales que intentó ante la Comisión electoral, en vano, que fuera postergada la fecha del combate.

"Su única fuente de publicidad son sus combates, no su programa" político. "Eso lo favorece demasiado" opina Sixto Brillantes, un exjefe de la Comisión electoral.

Mientras los diferentes candidatos recorren desde hace meses el archipiélago de 7.000 islas, Pacquiao no se ha dignado hacer campaña, salvo una aparición en Manila en febrero cuando lanzó su candidatura.

Ambición presidencial

"Su campaña, es el combate" concluye Sixto Brillantes.

Pacquiao afirmó que su combate contra Bradley sería seguramente el último, ya que dice querer dedicarse a su carrera política. Espera que un paso por el Senado le servirá como trampolín para una futura candidatura presidencial.

En un país obsesionado por los famosos no es inhabitual que estrellas de cine se conviertan en poderosos responsables políticos.

Pacquiao, que no ha terminado el colegio, es desde hace seis años miembro de la Cámara de Representantes, elegido en un distrito pobre del sur del archipiélago, donde creció. Pero es acusado de haber hecho poco los filipinos normales y de acudir apenas al parlamento.

Pero incluso tras la controversia que suscitaron en febrero unas declaraciones homófobas del boxeador, ésto no tendrá dificultades en obtener un escaño de senador, pues los sondeos le son favorables.

"Es una héroe nacional para mucha gente. Con o sin combate, es muy conocido por todos" afirma Ana María Tabund, directora de la encuestadora Pulse. "Desde luego el hecho de que aparezca todos los días en la prensa lo ayuda", añade.

Cuando Bello intentó que el combate fuera aplazado, los abogados del boxeador alegaron que éste buscaba ante todo mejorar la moral de los filipinos.

La Comisión electoral se había declarado incompetente para aplazar el combate o prohibir a Pacquiao que fuera candidato.

"No está dentro de nuestras posibilidades" había explicado el mes pasado su presidente Andres Bautista, aunque no excluyó la posibilidad de posteriores recursos.

Entretanto, Pacquiao se mantiene al margen de la controversia y se concentra en sus entrenamientos. En uno de sus escasos comentarios sobre el calendario, desmintió cualquier trampa.

"No es por mi gloria personal. Peleo por el honor de mi país y para rendir gloria a Dios a través del deporte" afirmó en un SMS a los periodistas.

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