Calderón en un acto sencillo, pero emotivo, fue honrado en el barrio donde creció, donde sus conocidos lo vieron crecer como futbolistas.

José vivió en su niñez en La Magnolia, un viejo inmueble de Calidonia, según cuenta su madre Francia.

Sus amigos en la Renta 11 destacan que Calderón no se dejó influenciar por su entorno y siempre persiguió su sueño de ser futbolista. 

“Jugaba en las canchas descalzo. No tenía para comprar los tacos, así que los pedía prestados, o me quedaban muy grandes o muy apretados”, así recuerda Calderón sus años juveniles en el fútbol.

“Valoró el esfuerzo de mi madre y padre”, quien recuerda momentos difíciles en el fútbol, cuando ni siquiera era considerado para formar parte de la selección.

“El fútbol te da revanchas. Me tocó esperar, estuve procesos sin jugar, pero espere con paciencia”, indicó Calderón, quien se ganó la confianza del técnico Hernán “Bolillo” Gómez, que lo alternó en la titularidad en partidos y torneo importantes, a pesar de la presencia de Jaime Penedo.

Con información de Meredith Serracín