La española Lidia Valentín, medalla de bronce en halterofilia en Río 2016

Se sube al podio

Lidia Valentín
Lidia Valentín / Getty Images
Afp
12 de agosto 2016 - 19:51

La española Lidia Valentín se llevó este viernes una medalla de bronce de halterofilia en los Juegos Olímpicos de Rio, y en lugar de celebrarlo levantando el puño como suelen hacer las halteras, tiró besos e hizo corazones con las manos.

A sus 31 años, Valentín subió por primera vez a un podio olímpico en la categoría de 75kg, ganada con facilidad por la norcoreana Rim Jong-sim. La plata fue para la bielorrusa Darya Naumava.

Después del cuarto puesto que logró en Londres-2012 y del quinto de Pekín-2008, la leonesa llegó a la ciudad carioca con la obsesión de subirse a uno de los tres cajones.

Y lo consiguió, con un total olímpico de 257 kilos (116 en arranque + 141 en envión), que se quedó lejos de su récord de España de 274 kg (124+150), que hoy le igualó Rim para dar su primer oro a Corea del Norte en esta edición de los Juegos.

Recibió su medalla, para la que se preparó concienzudamente en el Centro de Alto Rendimiento de Madrid, con todo el protocolo habitual.

La haltera demostró así que está totalmente repuesta de la lesión en la zona dorsal que le impidió competir en el Mundial de Houston (Estados Unidos) el pasado año pasado.

Mientras saborea la medalla, sigue esperando el oro que considera haber ganado en Londres, después de que la Federación Internacional de Halterofilia (IWF) suspendiera antes de los Juegos de Rio a las tres medallistas de 2012 -la kazaja Svetlana Podobedova, la rusa Natalya Zabolotnaya y la bielorrusa Iryna Kulesha-, por haber dado positivo en los nuevos análisis de las muestras extraídas durante la cita británica.

Valentín, que ha expresado en varias ocasiones su hartazgo con los repetidos escándalos de dopaje en su deporte y la mala fama que le dan al mismo, no quiso opinar este viernes ante los periodistas sobre la presencia de una atleta bielorrusa, la medallista de plata Naumava, en la final.

"Honestamente, no me preocupa lo que hagan mis rivales. No son mis asuntos", dijo evitando entrar en polémica.

La IWF quería excluir a Bielorrusia de los Juegos de Rio, pero el Comité Olímpico Internacional no pudo completar a tiempo el análisis de todas las muestras existentes.

En un deporte visto por la mayoría como de hombres, esta española ha dado visibilidad a la halterofilia en su país con sus éxitos, y con sus celebraciones.

"La primera vez que hice la forma del corazón fue cuando gané el Campeonato de Europa (2014) y a la gente le gustó. Desde entonces lo sigo haciendo", explicó.

"No es para nadie en especial, es para la gente que viene a apoyarme y que me quiere", agregó la haltera, extrovertida y muy activa en las redes sociales.

En cuanto acabe con sus compromiso, colgará una nueva foto en su popular cuenta de Instagram, donde cuenta con 45.000 seguidores.

"Será con mi medalla", afirma sin dudar.

Con esta nueva presea, España suma ya cuatro en los juegos cariocas, después del oro y el bronce de la nadadora Mireia Belmonte, y el oro de Maialen Chourraut en piragüismo de aguas bravas.

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