El Villamarín examina a un Real Madrid obligado a reaccionar

El  Real Madrid acude a la cita con el objetivo de salir de su peor momento de la temporada.
El Real Madrid acude a la cita con el objetivo de salir de su peor momento de la temporada. / Helios de la Rubia/Real Madrid via Getty Images
Efe
14 de octubre 2016 - 12:22

Madrid/El Benito Villamarín examina este sábado a un Real Madrid obligado a reaccionar tras cuatro empates seguidos -tres en Liga y uno en 'Champions'-, en un duelo en el que Zinedine Zidane se reencuentra con el Real Betis, que ya le empató 1-1 la pasada campaña y que intentará hacer valer su ilusión.

El Betis del técnico uruguayo Gustavo Poyet es decimoquinto con 8 puntos después de un inicio de liga irregular. Con orgullo y ambición intentará aprovechar la crisis de resultados del todopoderoso Real Madrid, que además cuenta con muchas bajas, para regresar a la senda de las victorias.

El reto de los verdiblancos, que a base de empuje y coraje lograron empatar la pasada temporada contra los merengues con un golazo de Álvaro Cejudo que luego neutralizó el francés Karim Benzema, es hacer un buen partido y lavar la mala imagen que dio antes del parón, al perder 1-0 en el campo de la Real Sociedad.

Poyet ha dejado claro que, a priori, no saldrán a especular porque no se conforman con un empate, por lo que, con la ayuda de su fiel afición, intentarán buscar los puntos débiles del Real Madrid para crearle dificultades y hacerle muy incómodo el partido para intentar batirle y empezar a escalar posiciones en la clasificación.

El entrenador bético tiene a toda su plantilla disponible, una vez que han superado sus lesiones el central argelino Aïssa Mandi, el medio francés Jonas Martin y el delantero paraguayo Tonny Sanabria, aunque sólo el defensa parece que podría formar parte del once, ya que la punta de ataque está reservada a Rubén Castro y a Alex Alegría, recién renovados hasta 2019 y 2021, respectivamente.

Mientras, el Real Madrid acude a la cita con el objetivo de salir de su peor momento de la temporada, tras ver como el fin del récord de triunfos enlazaba con otra racha que también va camino de registro histórico del club con cuatro empates consecutivos. Villarreal, Las Palmas, Borussia Dortmund y especialmente doloroso el último, ante Eibar en el Santiago Bernabéu, plasman el bajón.

Zinedine Zidane asume toda la culpa en una última comparecencia con una autocrítica elevadísima. Llega hasta afirmar que no es un gran entrenador y que sigue siendo un técnico "joven con ganas de aprender". Su mensaje tiene un fondo que se asocia con el buen fútbol. Ante los malos resultados promete juego ofensivo. Es lo que buscará en el Villamarín donde espera que reaparezca la imagen real de Cristiano Ronaldo.

El portugués encontró en dos partidos ante rivales de un perfil bajo con su selección, para reencontrar el idilio con el gol. Quiere trasladarlo al Real Madrid y una competición, LaLiga Santander, donde sorprende verle con un único tanto a estas alturas. El tridente ofensivo será el de las grandes noches en un equipo donde los problemas llegan en otras demarcaciones. La BBC asume el peso de levantar al equipo blanco.

Los encuentros de selecciones dejan un peaje caro en defensa con la lesión de Sergio Ramos de rodilla para dos meses. Su puesto lo ocupará Pepe en una zaga que sonría ante la vuelta de Marcelo, clave más aún si cabe en la faceta ofensiva del equipo de Zizou. En el lateral derecho todo apunta a la entrada de Danilo tras dos intensas semanas de entrenamiento, en detrimento de Dani Carvajal.

Junto a Ramos completan la enfermería jugadores que dan forma a la columna vertebral del Real Madrid. Sin Casemiro ni Luka Modric el centro del campo es un experimento. Zidane puede introducir variantes partiendo del indiscutible y recién renovado Toni Kroos. Mateo Kovacic e Isco Alarcón parecen aventajar al resto, con la necesidad urgente del malagueño de firmar un buen partido para silenciar la rumorología que le rodea.

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