El renacer de Serge Ibaka

El pívot ha tomado un segundo aire en su carrera en la NBA

Serge Ibaka
Serge Ibaka / AFP
Afp
08 de noviembre 2018 - 14:25

Los Toronto Raptors son el equipo más en forma de la NBA en estos momentos. Su estrella, Kawhi Leonard, uno de los más firmes aspirantes al MVP. Pero la clave del gran momento de los canadienses es el renacer del hispano-congoleño Serge Ibaka.

El pívot, que comenzó su carrera en los Oklahoma City Thunder casi como un especialista defensivo, ha mutado en una fuerza dominante en los dos lados de la pista, firmando sus mejores promedios desde que está en la liga en su décima temporada.

"Para mí, lo más importante es el equipo. Estoy contento. Lo más importante es ganar", dijo Ibaka tras dominar el pasado domingo 121-107 a los Lakers en Los Ángeles.

Entonces, sin Kawhi, Ibaka dio un paso adelante y selló su mejor encuentro como profesional, con 34 puntos y una serie de 15/17 en el lanzamiento, 10 rebotes, dos robos y dos asistencias. Los californianos sufrieron la mayor paliza de su historia en un primer cuarto a pesar de la presencia de LeBron James, con un parcial de 17-42 en los primeros 12 minutos.

Hasta ese punto llega la hegemonía de los Raptors, que cuentan con el mejor balance esta campaña, con un récord de 11 victorias y un único tropiezo (sin Leonard). Los vigentes campeones, los Golden State Warriors, son segundos (10-1), pero juegan en la Conferencia Oeste.

En el Este, solo los Milwaukee Bucks (8-2) del griego Giannis Antetokounmpo parecen ser capaces de seguir su estela, con los Boston Celtics terceros (6-4).

Y nada de ello sería posible sin Ibaka. El pívot está siendo títular en el puesto de 5, habiendo hecho toda su carrera en la posición de 4, y la apuesta ha sido todo un éxito: después de varias campañas intentando ampliar su rango de tiro, Ibaka se ha acercado definitivamente más que nunca al aro, certificando los mejores porcentajes de su carrera en el lanzamiento (59,3%), la mayor anotación de su trayectoria (17,7 puntos) y el mayor número de tiros libres por choque (2,9).

Todo ello, en solo 26,6 minutos en la cancha.

Cambio de aires

En Oklahoma, Ibaka convivió con Russell Westbrook, James Harden y Kevin Durant, quedándose al borde del anillo al caer en las finales de 2012 ante los Miami Heat de LeBron James, Dwyane Wade y Chris Bosh (4-1). A partir de ahí, la franquicia dio un vuelco absoluto con la marcha primero de Harden a Houston y luego de Durant a los Warriors. El siguiente en abandonar la nave fue él, rumbo a Orlando Magic en 2016, para recalar en Toronto a mitad de temporada tras fracasar el experimento de los de Florida.

Allí, al principio, le costó encontrar su sitio. En un sistema de juego establecido, con dos amasadores de pelota como Kyle Lowry y DeMar DeRozan, al hispano-congoleño le faltó tiempo de adaptación pero, este verano boreal, con las marchas del escolta y del técnico Dwane Casey, Ibaka ha elevado su nivel hasta situarse entre los mejores del campeonato.

A sus 29 años, aún tiene la mitad de su carrera por delante. Ya establecido como pívot, los Raptors seguirán necesitando de su mejor versión si quieren conquistar el Este, primero, y luego tratar de asaltar el dominio de los Warriors. En Kawhi Leonard tienen a uno de los mejores jugadores de toda la liga. En Ibaka, a una de sus mejores noticias.

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