Odebrecht reacciona ante la rebaja de su calificación crediticia

Oficinas de Odebrecht en Brasil.
Oficinas de Odebrecht en Brasil. / EFE

La firma internacional de riesgo Fitch Ratings rebajó la calificación de crédito a largo plazo a la constructora Odebrecht Ingeniería y Construcción (OEC) y la pasó de B- a CC.

En una nota, la empresa aseguró que "las acciones de 'rating' de las agencias clasificadoras de riesgo reflejan sus metodologías internas, más no la visión de la compañía sobre la calidad de su crédito. La revisión de Fitch no afecta el costo de la deuda actual, garantizada por Odebrecht Ingeniería y Construcción".

La calificación B- se concede a empresas consideradas vulnerables, pero que siguen cumpliendo con sus compromisos. Mientras de CC es para las que tienen un riesgo crediticio muy alto.

Según explicó la firma, el recorte en la calificación obedece a los crecientes retos a los que la empresa se enfrentará este año para lograr estructurar sus actividades y recuperar su capacidad de generación de flujo de efectivo.

Para Fitch, es difícil que Odebrecht recupere su deteriorada cartera de pedidos, luego del escándalo denominado como la Operación Lava-jato.

“La información publicada puso de relieve los riesgos para la reputación de la empresa y desencadenó una serie de nuevas investigaciones en algunos países en los que opera la compañía”, expresó la firma.

“En lugar de ello se activaron nuevas investigaciones sobre la corrupción en Colombia, Ecuador, Panamá y Perú, lo que puede resultar en una interrupción de los proyectos en curso, la prohibición de participar en nuevas licitaciones y el pago de las multas”, apuntó la calificadora.

La constructora atraviesa por una tormenta jurídica y financiera derivada del escándalo por el pago de millonarios sobornos en varios países de la región para quedarse con proyectos claves de infraestructura.

Con esta evaluación de la firma, es probable que se encarezca el financiamiento a la empresa en proyecto futuros.

Además, de acuerdo con la publicación, se podrían interrumpir algunos de los proyectos en construcción en varios países de la región y que a la empresa se le impida participar en nuevas licitaciones.

Con información de Folha de S. Paulo.

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