Aumenta mortalidad infantil en Gaza después de 50 años

La tasa de mortalidad infantil en Gaza aumentó por primera vez en medio siglo, anunció la agencia de la ONU encargada de los refugiados palestinos (UNRWA), que apunta a los nueve años de bloqueo israelí del enclave palestino como principal causante de la situación.

En 1960, 127 bebés gazatíes de cada 1,000 morían antes de cumplir un año; en 2008, la cifra había caído a 20,2; pero en 2013 (la agencia realiza el conteo cada cinco años), la mortalidad volvió a subir hasta 22,4.

Asimismo, el número de bebés que no alcanzaron el mes de vida pasó de 12 por cada 1,000 habitantes en 2008 a 20,3 en 2013, señaló la UNRWA.

"La mortalidad infantil es un de los mejores indicadores de salud de una población", afirmó Akihiro Seita, director del programa Salud de la UNRWA, en un comunicado.

"Los progresos en materia de mortalidad infantil no suele ir en retroceso; una subida de este tipo no parece tener precedentes", añadió, y señaló que "los únicos otros ejemplos" que se le ocurrían eran los de "países africanos que han sufrido epidemias de sida".

"Es difícil determinar las causas exactas de mortalidad de los recién nacidos, pero temo que (su aumento) forme parte de un fenómeno más amplio", continuó.

La UNRWA, según el doctor Akihiro Seita, "está muy preocupada por el impacto a largo término del bloqueo sobre las infraestructuras sanitarias, el aprovisionamiento de medicinas y los equipos médicos en Gaza.

La ONU y las ONG dan con frecuencia la voz de alarma por la situación de los niños de la franja de Gaza, donde cerca del 45% de la población tiene menos de 14 años.

Durante el conflicto del verano de 2014, casi la cuarta parte de los 2.200 palestinos que murieron eran niños, mientras que un año después de la guerra -la tercera en seis años en Gaza-, siguen constituyendo la mayoría de pacientes tratados por Médicos Sin Fronteras. Cientos de miles necesitan aún tratamiento psicológico.

El empeoramiento de las condiciones sanitarias se suma a la deficiente situación en materia de educación. Además, la ausencia de las ayudas prometidas por los donantes internacionales hace peligrar la vuelta al colegio de 225.000 niños inscritos en las decenas de centros de la UNRWA en Gaza.