Australia: Un detenido en redadas antiterroristas

Australia: Un detenido en redadas antiterroristas
Australia: Un detenido en redadas antiterroristas
AP/Australia
30 de septiembre 2014 - 05:40

Un hombre fue detenido este martes en operaciones antiterroristas en la ciudad australiana de Melbourne, después de que la policía dijera que proporcionó dinero a un ciudadano estadounidense que combate con extremistas en Siria.

Hassan El Sabsabi, de 23 años, compareció brevemente ante un tribunal de Melbourne, acusado de seis cargos de proporcionar fondos de forma consciente a una organización terrorista. No se pronunció sobre su culpabilidad ni solicitó fianza.

La detención se produce una semana después de que la policía de Melbourne abatiera a tiros a un sospechoso de terrorismo que había apuñalado a dos agentes. El comisionado asistente de la Policía Federal Australiana, Neil Gaughan, dijo que Sabsabi no estaba relacionado con ese incidente.

El arresto de este martes, señaló la policía, sigue a ocho meses de investigación tras un soplo del FBI. El detenido está acusado de dar unos 12.000 dólares a un ciudadano estadounidense para financiar su viaje a Siria, donde está combatiendo ahora, explicó Gaughan. Los hombres no están emparentados y se conocen principalmente debido a medios sociales.

El comisionado asistente declinó dar detalles sobre el estadounidense que lucha en Siria, salvo que lleva "una serie de meses" combatiendo allí.

Sabsabi no estaba implicado en la preparación de un atentado y no había una amenaza específica para el público, añadió. La policía cree que operaba por su cuenta, y se disponía a proporcionar más financiación.

Unos 100 agentes de la policía federal y estatal registraron siete propiedades en Melbourne antes del amanecer del martes, recogiendo gran cantidad de datos electrónicos, dijo Gaughan. No se incautaron armas.

Australia subió este mes su alerta por terrorismo al segundo nivel más alto, citando una amenaza interna planteada por seguidores del grupo miliciano Estado Islámico.

El fiscal Andrew Doyle indicó que las pruebas contra El Sabsabi incluyen 25.000 páginas de material de medios sociales y 500 llamadas y mensajes telefónicos.

El primer ministro, Tony Abbott, dijo al Parlamento que las agencias de seguridad sabían de 100 personas dentro de Australia que apoyan a grupos terroristas en el extranjero mediante reclutamiento o financiación. Añadió que los 630 millones de dólares australianos (550 millones de dólares) que se invertirán en inteligencia, policía y protección de fronteras en los próximos cuatro años incluyen 20 millones para la agencia Austrac contra el lavado de dinero para ayudar a evitar la financiación terrorista.

"Cualquiera que apoye a terroristas es cómplice de los espantosos hechos que llevan a cabo", dijo Abbott.

Numan Haider, de 18 años, fue abatido el martes pasado tras apuñalar a dos policías durante una reunión de rutina frente a una estación de policía de Melbourne. Los dos agentes se están recuperando.

Abbott dijo que el ataque de arma blanca tenía características inspiradas en el grupo Estado Islámico.

Hace dos semanas, la policía detuvo a 16 personas en varias redadas en Sidney y acusó a una de confabularse con el Estado Islámico en Siria para decapitar a una persona al azar. En los días posteriores se realizaron nuevos registros a menor escala, en lo que la policía describió como una operación en curso.

Como miles de alumnos de tercer grado en Ohio, Joshua no había logrado el objetivo de lectura en un test estándar, y se exponía a quedarse en tercer grado a menos que mejorase su capacidad de lectura.

Con sus compañeros de la escuela de verano en la Escuela Primaria Clinton, Joshua participó en actividades teatrales o juegos con palabras, además de trabajar en la lectura en su casa leyendo 80 ó 60 minutos.

En todo el país, los niños de 8 y 9 años de tercer grado están cada vez más presionados.

Desde que la idea se introdujo en Florida en 2002, la repetición automática para alumnos de ese curso con problemas de lectura se ha extendido al menos a nueve estados, según la Fundación para la Excelencia en Educación, con sede en Tallahassee, Florida, y que monitorea el movimiento.

En otros 10 estados, las normas sobre repetir el tercer curso tienen salvedades como conceder a los padres la última palabra o que se preste apoyo de lectura antes de que repitan curso.

El concepto se basa en publicaciones educativas que describen el tercer grado como un punto de inflexión para los alumnos, en el que dejan de "aprender a leer" para "leer para aprender". En otras palabras, la lectura deja de ser un tema de estudio para convertirse en una herramienta.

La medida también es popular entre legisladores que creen que el sistema educativo actual de Estados Unidos permite la "promoción social", en el que los estudiantes pasan de curso por motivos sociales aunque no hayan alcanzado los objetivos educativos.

Las autoridades educativas de las regiones que han adoptado el sistema proclaman sus ventajas, aunque se enfrentan a críticas de que repetir es duro para los niños y las familias, y aumenta los gastos en educación.

La Fundación para la Excelencia Educativa señaló que cualquier estrés derivado de elevar los requisitos por pasar de curso será superado por beneficios a largo plazo. La inmensa mayoría de alumnos que dejan los estudios en el instituto, señaló el centro, no cumplió los requisitos de lectura en tercer grado.

Oklahoma ha suavizado sus normas en este campo, dando más capacidad de decisión a padres y profesores, mientras que Ohio da más oportunidades para que los niños alcancen los objetivos, incluyendo una prueba a mediados del curso siguiente.

La madre de Joshua Rowell, Char, dijo que el pequeño mejoró mucho en la escuela de verano y logró una buena nota en su examen de agosto. Ahora está en cuarto grado.

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