Incertidumbre en Argentina tras el 'default' parcial

Incertidumbre en Argentina tras el 'default' parcial
Incertidumbre en Argentina tras el 'default' parcial
Afp
31 de julio 2014 - 06:20

Argentina se encontraba en 'default' parcial por el incumplimiento de un pago de bonos reestructurados, al no haber logrado un acuerdo con los tenedores de bonos.

La situación es de incertidumbre, ya que el gobierno argentino niega haber entrado en 'default', como anunció la agencia de calificación financiera Standard & Poor's (S&P) al vencer el miércoles el plazo para un pago de 539 millones de dólares de bonos canjeados en 2005 y 2010 y bloqueado en Nueva York por el juez federal Thomas Griesa.

S&P precisó que se trata de un "'default' selectivo". Griesa ha congelado el pago hasta que se cumpla su sentencia a favor de los fondos NML Capital y Aurelius, que ganaron un juicio por 1.330 millones de dólares.

El incumplimiento en el pago se produjo en medio del fracaso de negociaciones de último momento a través del mediador judicial Dan Pollack entre una comitiva argentina, encabezada por el ministro de Economía, Axel Kicillof, y unos representantes de los fondos.

En una rueda de prensa en Nueva York, Kicillof indicó que su país no se considera en cesación de pagos: "ese dinero está ahí, evidentemente si era un 'default', no estaría ahí", dijo, culpando a Griesa por una situación "inédita" y "sin precedentes".

"Nos trataban de imponer algo que era ilegal, la intención era forzar una situación ilegal. Vamos a buscar una solución justa, equitativa y legal para el 100% de nuestros acreedores", afirmó el ministro, anunciando su regreso a Buenos Aires.

Kicillof criticó con dureza a Griesa, acusándolo de haber dado demasiado poder a los querellantes y dejar en sus manos la petición de una suspensión de la sentencia que hacía Argentina para poder seguir pagando a los bonistas que entraron en canjes.

"Vamos a pagarle a los que tienen bonos en 'default', pero bajo condiciones razonables, no bajo condiciones extorsivas, bajo presión, bajo amenaza", señaló, agregando que Argentina defenderá los "exitosos" canjes de su deuda soberana, aceptados por el 92,4% de los tenedores de los títulos con quitas de hasta el 70% de las acreencias.

"La condición de los fondos buitres es que le pague más a ellos y lo haga ahora. Les dije que eso no se puede. Un acuerdo de ese tipo es fácticamente imposible", precisó, recordando las "restricciones" legales de Argentina.

PROPUESTA DE BANCOS ARGENTINOS

Argentina no puede pagar a los fondos especulativos el 100% de sus acreencias sin activar la cláusula 'RUFO' de los acuerdos de canje de 2005 y 2010, que determina que debe equiparar los pagos a todos los acreedores.

Según Kicillof, durante las discusiones, Argentina ofreció a los fondos NML Capital y Aurelius entrar en el canje en "similares condiciones de las que entraron los bonistas de 2005 y 2010". "Realizamos esta oferta. Lo que les ofrecimos en términos de ganancias es 300%. No fue aceptada porque quieren más y lo quieren ahora", concluyó.

Durante las últimas horas, ha circulado una versión de la participación de bancos privados argentinos para comprar los bonos en poder de los litigantes y recibir luego títulos nuevos en dólares del gobierno, sin intervención estatal y evitando la aplicación de la cláusula 'RUFO', según la prensa de Buenos Aires. Los bancos pueden haber ofrecido también aportar una garantía de 250 millones de dólares como otra forma de destrabar las negociaciones.

"Los banqueros argentinos tienen en sus activos bonos del canje y otros bonos cuyo valor podría estar amenazado por una situación como ésta. Así que hay muchos terceros que podrían tener interés en remediar esta situación", afirmó Kicillof de manera misteriosa.

CONSECUENCIAS DE UN DEFAULT

Esta situación inédita de 'default' declarado por una agencia de calificación financiera y negado por Argentina se produce trece años después de la catastrófica cesación de pagos de 2001, cuando el gobierno suspendió el pago de 100.000 millones de dólares, equivalentes al 166% de su PIB.

A pesar de que el gobierno argentino insiste en que "no pasará nada" por tratarse de situaciones diferentes, los expertos vaticinan una serie de consecuencias negativas para la alicaída economía del país.

Según Christopher Dembik, economista de Saxo Bank, habrá una "devaluación inevitable del peso", que ya sufrió una fuerte perdida de su valor a principios de año; una recesión que podría pasar del 1 al 10% del PIB; y un aislamiento internacional de Argentina que acentuaría la falta de acceso del país a divisas extranjeras.

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