En Israel, última escalada de violencia podría aumentar 'riesgo' de nuevas elecciones

Tensiones en Jerusalén
Recientes protestas en Jerusalén / AFP
Afp
24 de mayo 2021 - 09:59

La última escalada entre Israel y el movimiento islamista palestino armado Hamás, y la violencia sin precedentes en ciudades en las que conviven arabes e israelíes, complican la formación de un gobierno, aumentando los "riesgos" de convocatoria a nuevas elecciones generales, de acuerdo a expertos.

El escenario de una nueva consulta, que sería la quinta en algo más de dos años, podría caer como una bendición al primer ministro, Benjamin Netanyahu, inclusive quizás sea su única esperanza de continuar en el poder tras 12 años consecutivos.

El campo opositor a Netanyahu todavía puede aprovechar su ocasión y la pequeña rendija que le queda para formar un bloque suficientemente potente como para derrocar al primer ministro más duradero en la historia de Israel.

Pero, los 11 días de bombardeos que finalizaron el viernes han llevado al bloque opositor, muy heterogéneo, a mostrar sus divisiones más profundas en cuestiones de seguridad e identidad.

En esta configuración, "la mayoría de observadores prevé una quinta elección", explica Toby Greene, profesor de Ciencias Políticas en la universidad Bar Ilan, cercana a Tel Aviv. "Pero aún quedan 10 días y, en la política israelí es mucho tiempo", añade.

Hacer caer a Netanyahu

El líder opositor y de la formación centrista Yesh Atid ("Hay futuro"), Yair Lapid, tiene hasta el 3 de junio para intentar formar gobierno.

Tres semanas atrás, el camino hacia el poder para Lapid parecía bien demarcado. El de salida para Netanyahu, inculpado por "corrupción" en varios casos, también.

Pero, durante el conflicto con Hamás, Netanyahu tuvo libertad para fortalecer su imagen de líder en las crisis, en un país que "tradicionalmente se alinea tras el jefe gobernante" cuando estalla un conflicto, recuerda Yonatan Freeman, profesor de Ciencias Políticas en la universidad Hebraica de Jerusalén.

Que Netanyahu apareciera cotidianamente como 'jefe de guerra' los 11 días de bobardeos sirvieron para "romper al bloque de opositor", afirmó Yohanan Plesner, presidente del Instituto para la democracia israelí.

A Lapid sólo le queda un único socio posible: la formación de extrema derecha Yamina, de Naftali Bennett.

Si ideológicamente mucho opone a estos dos hombres, dos cosas los unen: su voluntad de evitar a toda costa una agotadora quinta consulta y su deseo de derrocar a Netanyahu.

Alianzas

Además, Lapid y Bennett solos no cuentan con suficientes escaños para formar coalición. Les faltarían otros diez, los de los partidos árabo-israelíes.

Por cierto, una alianza con el partido de Bennett, adalid de los colonos judíos, es suficiente para asustar a los diputados árabes más críticos con Israel. Pero un mes atrás se consideraba esta circunstancia.

Desde entonces, imágenes de sinagogas incendiadas en algunas ciudades mixtas del país por manifestantes árabo-israelíes y la reapertura del frente en Gaza con Hamás, han llevado a "Bennett a reconsiderar lo de aliarse con los partidos árabes", afirma el analista Yohann Plesner.

En este contexto, Lapid tiene pocas chances de éxito en su apuesta por formar gobierno antes del 3 de junio, pero "tampoco es imposible", considera.

Netanyahu, en cambio, puede contar con dos aliados: Benny Gantz, exadversario en las elecciones y ministro de Defensa, así como con Gideon Saar, que venía de abandonar al Likud, partido histórico de la derecha israelí.

En tanto la situación de seguridad se calmaba en Israel, tanto interiormente como sobre la Franja de Gaza, Lapid anunció la reanudación de las conversaciones para formar coalición para este lunes.

Tras el conflicto, los partidos árabes se mostraron muy reservados sobre este eventual bloque, que sería en todos los aspectos el más raro de la historia política del país.

Temas relacionados

Si te lo perdiste
Lo último
stats