Lanzamiento de cohetes desde Gaza y nuevas escaramuzas en Jerusalén

Militares caminan en la playa de Gaza
Militares caminan en la playa de Gaza / AFP
Afp
24 de abril 2021 - 08:10

La tensión entre palestinos y las fuerzas israelíes aumentaba este sábado con escaramuzas en Jerusalén, manifestaciones en la Cisjordania ocupada y lanzamiento de cohetes desde la Franja de Gaza, una nueva escalada tras los mayores enfrentamientos en años en la Ciudad Santa.

Los enfrentamientos estallaron el viernes por la noche en las inmediaciones de la Ciudad Vieja de Jerusalén, un día después de una noche de incidentes entre un grupo de judíos de extrema derecha que se manifestaron al grito de "Muerte a los árabes", palestinos y las fuerzas de seguridad. El saldo: más de 120 heridos.

La policía y los jóvenes palestinos jugaban al gato y al ratón cerca de la Puerta de Damasco, después de la última oración del viernes que congregó a decenas de miles de fieles en la Explanada de las Mezquitas, el tercer lugar sagrado del Islam, en pleno mes de ayuno del Ramadán.

Jóvenes palestinos lanzaron botellas de agua y piedras a la policía, que usó granadas aturdidoras en un intento por dispersar a la muchedumbre y procedió a algunos arrestos, incluido uno por la fuerza, constató un periodista de AFP. También hubo incidentes en distintos barrios palestinos de Jerusalén Este.

Represalias

Cientos de palestinos se reunieron el viernes por la noche en el paso fronterizo de Qalandiya, que une Israel y Cisjordania, donde se prendió fuego a objetos. Los palestinos lanzaron piedras y cócteles molotov a la Tumba de Raquel, un lugar sagrado judío en Belén, en la Cisjordania ocupada, informó. También hubo una protesta en Ramala, sede de la Autoridad Palestina.

Más tarde en la noche se lanzaron al menos 36 cohetes desde la Franja de Gaza (enclave palestino separado geográficamente de la Cisjordania ocupada y de Jerusalén) hacia Israel, según el ejército israelí. Seis cohetes fueron interceptados por el escudo antimisiles Cúpula de Hierro y otros cayeron en terrenos baldíos.

En represalia, tanques, aviones de combate y helicópteros israelíes atacaron, según el ejército, posiciones de Hamás, el movimiento armado islamista que controla la Franja de Gaza desde 2007 y que en los últimos años aceptó una tregua con el Estado hebreo después de tres guerras entre los dos bandos (2008, 2012 y 2014).

Tras los enfrentamientos del jueves cerca de la Ciudad Vieja, los más violentos de los últimos años en la Ciudad Santa, el brazo militar de Hamás dio su apoyo a los palestinos de Jerusalén Este, advirtiendo a Israel: "La chispa que enciendes hoy será la mecha de la próxima explosión frente al enemigo".

El presidente palestino, Mahmud Abas, denunció las "incitaciones al odio" de los grupos de extrema derecha israelíes e instó a la comunidad internacional a "proteger" a los palestinos de Jerusalén Este.

Los enfrentamientos de los últimos días en Jerusalén comenzaron después de que la policía impidiera que la población se sentara en los escalones que rodean la Puerta de Damasco (Bab al Amud, en árabe), donde suelen reunirse los palestinos durante el período del Ramadán.

Evitar una nueva escalada

Y como los judíos de extrema derecha planeaban manifestarse cerca de esta gran puerta de entrada que da a la Ciudad Vieja muchos palestinos lo consideraron una provocación y un intento de tomar el control de este lugar simbólico.

El enviado especial de la ONU para el Medio Oriente, Tor Wennesland, llamó este sábado "a todas las partes que ejerzan la máxima moderación y eviten una nueva escalada".

"Deben cesar los actos de provocación en Jerusalén. El lanzamiento indiscriminado de cohetes contra zonas pobladas viola el derecho internacional y debe cesar de inmediato", dijo en un comunicado.

Estados Unidos dijo estar "profundamente preocupado".

Jordania, que administra los lugares santos musulmanes de Ciudad Vieja, condenó el sábado los "ataques racistas" israelíes contra los palestinos de Jerusalén Este. El ministro de Asuntos Exteriores, Ayman Safadi, pidió "una acción internacional para protegerlos", advirtiendo a Israel que Jerusalén es "una línea roja".

El alcalde de Jerusalén, Moshe Lion, declaró a la cadena israelí Kan que está en contacto con los líderes palestinos de Jerusalén Este con la esperanza de poner fin a "esta violencia inútil"

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