Merkel y Macron buscan respuesta a crisis migratoria

Merkel y Macron buscan respuesta a crisis migratoria
Merkel y Macron buscan respuesta a crisis migratoria / AFP
Afp
19 de junio 2018 - 07:03

La canciller alemana Angela Merkel, políticamente debilitada, y el presidente francés Emmanuel Macron se reúnen este martes, en plena crisis migratoria, para intentar acercar sus posturas sobre la reforma de una Europa amenazada de "descomposición".

"Europa está en un proceso de descomposición", advirtió el ministro francés de Finanzas, Bruno Le Maire, en la reunión del consejo de ministros franco-alemán en Meseberg, al norte de Berlín.

En una Europa dividida post-Brexit, atrapada entre el proteccionismo de Donald Trump en Estados Unidos y las ambiciones de China, el ministro francés considera que es "indispensable proponer un nuevo proyecto europeo" sobre cuestiones económicas, de inmigración y financieras, dijo a la canal BFM TV.

En momentos que una nueva crisis migratoria amenaza al continente, se impone más que nunca que "Francia, Alemania, sean el motor para encontrar soluciones concretas", dijo el Secretario de Estado francés de Asuntos Exteriores Jean-Baptiste Lemoyne en los medios RFI y France 24.

Los dirigentes de los dos países más grandes de la Unión Europea tienen previsto realizar una conferencia de prensa hacia las 14H00 GMT, antes de reunirse en la tarde con el presidente de la Comisión Europea Jean-Claude Juncker.

Evitar un fracaso en Bruselas

Merkel y Macron deberían acordar una "hoja de ruta" para llevar a cabo una reforma de la zona euro, pero la atención está enfocada en el espinoso tema de la acogida de inmigrantes, que ha puesto a prueba una vez más no solo a Europa sino a la coalición de gobierno de la canciller alemana.

"Lo único que se espera es que Alemania y Francia lleguen a un acuerdo sobre los asuntos migratorios y lo digan con fuerza en Meseberg, para evitar que la cumbre de la UE de fin de mes sea lo que todo el mundo teme en estos días: un fracaso anunciado", advirtió el diario alemán Die Welt de este martes.

Italia, desde hace años en primera línea del flujo de solicitantes de asilo, detonó una nueva crisis en la UE después de su rechazo a recibir un barco, el "Aquarius", repleto de migrantes provenientes de África. Finalmente llegaron a España el domingo después de una semana de odisea.

Tanto para Merkel como para Macron: el tema de los inmigrantes tiene que ser tratado como un asunto europeo, mientras otros como Polonia y Hungría, se niegan a abrir sus fronteras.

La canciller, que dirige Alemania desde hace casi 13 años, necesita desesperadamente que se avance sobre el tema.

Su ministro del Interior Horst Seehofer, que representa el ala derecha de su coalición de gobierno, le dio un plazo de dos semanas para reducir el flujo de inmigrantes a nivel europeo, o de lo contrario ordenará a principios de julio la "expulsión inmediata" de los solicitantes de asilo que lleguen a las fronteras alemanas provenientes de cualquier otro país europeo.

Este asunto amenaza con hacer caer el gobierno de Merkel.

Nadie espera un acuerdo de los europeos a finales de junio sobre una reforma del Reglamento de Dublín, que establece que los solicitantes de asilo serán devueltos a su país de llegada.

Sin embargo, París y Berlín podrían alcanzar un acuerdo sobre el fortalecimiento de Frontex, la Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas, para la creación de "centros de clasificación" de migrantes en África y la armonización del derecho de asilo.

La canciller alemana también quiere establecer acuerdos bilaterales sobre migración con Italia y Grecia.

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