Fuerzas de seguridad de Sudán lanzan gas lacrimógeno contra miles de manifestantes

Jartum, Sudán/Las fuerzas de seguridad de Sudán volvieron a lanzar granadas lacrimógenas contra los miles de manifestantes que protestaron el jueves contra el golpe de Estado, en un nuevo episodio de violencia unos días después de la apertura de un diálogo bajo la égida de la ONU.

Sudán está sumido en una crisis política desde el 25 de octubre tras el golpe de Estado encabezado por Abdel Fatah al Burhan, comandante en jefe del ejército.

La represión lanzada por las fuerzas de seguridad ya ha dejado 63 muertos entre los manifestantes, según fuentes médicas prodemocracia.

El jueves los manifestantes convergieron en el centro de Jartum gritando consignas como "con todo nuestro poder llegaremos al palacio" y señalando a Burhan. "¡Fueron los islamistas quienes te llevaron allí!".

Los manifestantes perciben el golpe de Estado como una forma de retorno al régimen de Omar al Bashir, una dictadura de corte islamista que estuvo en el poder durante 30 años, en un país que desde su independencia hace 66 años sólo ha conocido gobiernos militares.

En las calles, los manifestantes afirman que no se conformarán hasta que Burhan deje el poder, después de que las protestas de 2019 derrocaran al gobierno de Bashir.

En medio de las movilizaciones, la ONU intenta reunir a los principales actores políticos en una mesa de negociaciones.

El lunes el emisario de la ONU para Sudán, Volker Perthes, lanzó el proceso centrándose en un comienzo diálogo individual, para después avanzar hacia una fase de conversaciones indirectas.

El diplomático de la ONU afirma que "no hay ninguna objeción" por parte de los militares, pero entre los civiles muchos rechazan la negociación o piden garantías de que el diálogo no busque "legitimar" el régimen en el poder.

En la calle, hay consenso y los manifestantes no quieren una ni "negociación" ni una "asociación" con los militares.