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Nigeria bombardea decenas de búnkeres de Boko Haram
Las Fuerzas Aéreas de Nigeria bombardearon este fin de semana decenas de búnkeres del grupo islamista radical Boko Haram en el bosque de Sambisa, en el noreste del país, con el objetivo de acabar con uno de sus últimos bastiones, informaron hoy a Efe fuentes militares.
La ofensiva se produce pocos días después de que el presidente del país, Muhammadu Buhari, diera a los nuevos jefes del Ejército nigeriano un plazo de tres meses para acabar con los insurgentes, que en los últimos años han matado a miles de personas y cuya campaña de terror ha provocado 1,5 millones de desplazados.
"Recientemente hemos desplegado más aviones en el teatro de operaciones del estado Borno y no nos detendremos hasta que hayamos expulsado a todos los insurgentes" del bosque de Sambisa, declaró a Efe un oficial de las Fuerzas Aéreas que pidió el anonimato.
El objetivo de los bombardeos, que vienen precedidos de semanas de operaciones de reconocimiento en las zona, comenzaron ayer sábado y tienen como objetivo destruir decenas de búnkeres que Boko Haram utiliza para almacenar armas y otros suministros.
"Los ataques, llevados a cabo por cazas y helicópteros de combate, han servido para reducir la operatividad de los terroristas y han permitido destruir algunos de sus escondites", explicó a la prensa el portavoz de la Fuerza Aéreas, Dele Alonge.
El pasado 30 de julio tenía que ponerse en marcha una fuerza regional conjunta de los cuatro países de la región del lago Chad más Benín, con un total de 8.700 efectivos, pero las diferencias entre los líderes sobre su implementación han impedido que se cumplan los plazos establecidos.
Desde el pasado febrero, una fuerza multinacional informal combate a Boko Haram en el noreste de Nigeria y las zonas fronterizas con Chad, Camerún y Níger, ofensiva que durante meses logró importantes avances contra el grupo islamista, pero que ahora parece estancada.
En lo que va de año, Boko Haram ha perpetrado decenas de ataques y atentados suicidas que han causado la muerte de más de 2.000 personas, la mayoría en el estado de Borno, uno de los más afectados por la insurgencia del grupo.
