Sudáfrica prepara un multitudinario último adiós para Winnie Mandela

La política y activista Winnie Madikizela-Mandela, segunda esposa del expresidente sudafricano Nelson Mandela, falleció hoy a los 81 años, confirmó su asistente personal, Zodwa Zwane, al periódico local "Times".
La política y activista Winnie Madikizela-Mandela, segunda esposa del expresidente sudafricano Nelson Mandela, falleció hoy a los 81 años, confirmó su asistente personal, Zodwa Zwane, al periódico local "Times". / EFE
Efe
10 de abril 2018 - 11:14

Tras casi dos semanas de homenajes, Sudáfrica dará en estos días su último adiós a la activista y política Winnie Madikizela-Mandela (segunda esposa del expresidente sudafricano Nelson Mandela), con un oficio y un funeral en un estadio de Soweto (Johannesburgo) que se prevén multitudinarios.

Apodada "Mama Winnie" y considerada popularmente en Sudáfrica como la "madre de la nación", Madikizela-Mandela falleció el pasado 2 de abril, a los 81 años, tras varios meses con la salud debilitada por diversas enfermedades.

Desde esa fecha se han venido realizando tributos oficiales en todo el país, como el que hoy celebró su localidad natal, Bizana (en la provincia de Cabo Oriental), encabezado por el presidente sudafricano, Cyril Ramaphosa.

"Reconocemos el rol y la contribución que hizo 'Mama Winnie', no solo a la gente de este país sino a la lucha de todos por la libertad", subrayó hoy el mandatario, según recogió la televisión pública sudafricana SABC.

Ministros, líderes de la oposición, expresidentes, embajadores e incluso el presidente de la Comisión de la Unión Africana, Moussa Faki Mahamat, pasaron en los últimos días por la última residencia de Madikizela-Mandela para presentar sus respetos a la familia.

Sin embargo, los dos actos más destacados del periodo de duelo oficial declarado por el Gobierno aún están por venir y tendrán lugar en el barrio de Soweto, el distrito de antiguos guetos del suroeste de Johannesburgo al que la activista ligó la mayor parte de su vida familiar y política.

Este miércoles tendrá lugar el primero, un gran oficio solemne en su memoria en el Orlando Stadium, donde el vicepresidente sudafricano, David Mabuza, dará un discurso a la nación en nombre del Gobierno.

Inicialmente estaba previsto que esta ceremonia se realizase en la iglesia Regina Mundi, pero la previsión de una gran concurrencia de público hizo a las autoridades modificar sus planes.

Ese mismo estadio también acogerá el próximo sábado el funeral de Estado de la activista, que luego será enterrada en el cementerio Fourways Memorial (en el norte de Johannesburgo).

Sudáfrica recibió con dolor la noticia del fallecimiento de Madikizela-Mandela, especialmente por ser una señal más de la pérdida inexorable, por el paso del tiempo, de los grandes iconos que lucharon durante décadas contra el régimen de represión impuesto por la minoría blanca.

Winnie y Nelson Mandela se casaron en 1958 y tuvieron dos hijas, apenas unos años antes de que el Nobel de la Paz fuera enviado a prisión, donde permaneció durante 27 años.

En todo ese tiempo Madikizela-Mandela se encargó de la familia sin dejar de lado su activismo político, lo que la convirtió en uno de los iconos femeninos de la lucha contra el apartheid.

Fue detenida en numerosas ocasiones, torturada y mantenida en aislamiento.

Cuando Mandela salió de la cárcel, la relación de ambos solo duró dos años más, aunque su divorcio se hizo efectivo en 1996, ya con éste en la Presidencia del país.

Pese a mantenerse como una figura de referencia histórica y social, en las últimas décadas el legado de Madikizela-Mandela se había visto manchado por numerosos escándalos.

El más sonado fue el que implicó a sus guardaespaldas, en 1988, en el secuestro y apaleamiento de cuatro jóvenes negros de Soweto (uno de los cuales murió), sospechosos de ser informadores de la Policía.

También fue acusada de fraude y malversación de fondos.

La muerte de Winnie Mandela reavivó de nuevo el debate sobre su figura, y su partido, el Congreso Nacional Africano (CNA, gobernante desde la llegada de la democracia, en 1994), pidió centrarse en los valores positivos, incluso pese a las voces que señalaron que en el seno de la propia formación se la maltrató.

"Mama Winnie es reverenciada por millones de sudafricanos y su papel en nuestra liberación es innegable. Aunque no estaba exenta de fallos, su vida debe ser leída en el contexto de las represivas condiciones y brutalidad del apartheid", resaltó la Presidencia del país en su web dedicada a los actos en recuerdo de la activista.

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