Filipinas y EEUU concluyen unas maniobras militares de menor envergadura
Filipinas y EEUU concluyeron hoy sus principales maniobras militares conjuntas anuales, que en esta edición han perdido envergadura por el alejamiento político entre Washington y el Gobierno del presidente filipino, Rodrigo Duterte.
Una ceremonia de clausura en la sede de las Fuerzas Armadas de Filipinas en Ciudad Quezón (al norte de Manila) puso fin al ejercicio Balikatan 2017, que ha contado con un número de tropas más reducido que otros años y se ha limitado a realizar operaciones antiterroristas y de respuesta a desastres.
En su discurso, el general Eduardo Año, jefe de las Fuerzas Armadas de Filipinas, aseguró que las maniobras han servido para "mejorar la operabilidad conjunta" de las tropas de ambos países y "fortalecer aún más nuestros lazos".
Sin embargo, poco más de 5.300 soldados -2.800 filipinos y 2.600 estadounidenses, además de algunos efectivos de Australia y Japón- participaron en estas maniobras de doce días, en comparación con los 11.000 de la edición del año pasado.
Además, este año el Balikatan se ha limitado a operaciones de lucha contra el terrorismo y respuesta a desastres, como evacuaciones masivas de víctimas, búsqueda y rescate en centros urbanos, demolición submarina y lucha contra el terrorismo en las provincias de Samar, Cagayan, Isabela, Aurora y Nueva Ecija.
El Balikatan se lleva a cabo cada año desde que Filipinas y EEUU suscribieran un acuerdo de mutua defensa en 1951.
En ediciones anteriores, las fuerzas armadas de ambos países habían ensayado situaciones de guerra, entre ellas ejercicios de respuesta ante una invasión.
La edición de este año tampoco ha incluido ejercicios cerca del archipiélago de las Spratly, en el mar de China Meridional, por cuya soberanía Manila mantiene una disputa con Pekín.
El presidente Duterte, que llegó al poder en junio de 2016, ha dado un giro a la política exterior de Filipinas para alejarse de EEUU y acercarse a China, país con el que ha sellado varios acuerdos de cooperación y al que ha propuesto estrechar lazos en defensa.
Duterte accedió a realizar los ejercicios militares con EEUU este año pese a que el pasado octubre, durante otro programa de maniobras conjuntas, había prometido que aquellas iban a ser las últimas.
