La guerrilla comunista filipina no amplía su alto el fuego unilateral

La guerrilla comunista de Filipinas, el Nuevo Ejército del Pueblo (NEP), comunicó este jueves que no ampliará el alto el fuego que declaró unilateralmente y que expira esta medianoche, ante la negativa del gobierno de Rodrigo Duterte de corresponder la medida.

"El cese el fuego nacional del NEP caduca esta medianoche después de 36 días. Todas las unidades pasarán de una posición de defensa activa a la ofensiva", informó en un comunicado el ilegalizado Partido Comunista de Filipinas, brazo político del NEP.

Duterte declaró un alto el fuego unilateral de un mes el pasado de 16 de marzo para que el Ejército se pudiera centrar en la respuesta a la COVID-19, medida que el NEP decretó el 25 de marzo, ante el llamamiento de la ONU a un cese de las hostilidades global en plena pandemia.

En este tiempo las dos partes se han acusado mutuamente de violar sus respectivas treguas, por lo que el gobierno decidió no prolongar su cese de las hostilidades - que expiró el 15 de abril - a pesar de que la insurgencia lo había ampliado hasta el 30 de abril

"La negativa del régimen de Duterte a detener sus ataques contra el NEP a pesar del llamamiento a un alto el fuego global, ha hecho imposible la extensión de la tregua", señalan los comunistas.

El partido, cuyo líder y fundador Jose Maria Sison está exiliado en Holanda desde hace tres decenios, apuntó que las operaciones de contrainsurgencia de la Fuerzas Armadas nunca cesaron y que desplegaron tropas en 396 aldeas y 148 ciudades, donde se desarrollaron "combates, bombardeos aéreos, fuego de artillería y operaciones de inteligencia terrestre con el arresto de civiles".

Durante estos 36 días, los comunistas aseguran que las Fuerzas Armadas sufrieron 56 bajas, de las que 31 murieron en combate; mientras que en las filas del NEP murieron 18 combatientes y 8 resultaron heridos.

El NEP afirma que durante el alto el fuego sus tropas se han centrado en la respuesta a la COVID-19 en las áreas rurales donde tienen más presencia, repartiendo artículos de higiene y medicinas y prestando atención médica a quien lo requería.

Duterte llegó al poder en 2016 con la promesa de revivir el proceso de paz con los comunistas y ambos bandos incluso acordaron una tregua de varios meses en 2017, pero las conversaciones se rompieron definitivamente hace un año, tras lo que se recrudeció el conflicto armado.

Sin embargo, el pasado diciembre se reabrió la puerta al diálogo y desde entonces se han desarrollado algunos encuentros exploratorios en Holanda con Sison y la cúpula del Partido Comunista.

El NEP, nacido en 1969 para combatir la dictadura de Ferdinand Marcos, cuenta con unos 3.900 efectivos regulares - aunque llegó a tener 26,000 en los años 80 - librando un conflicto de medio siglo que ha ocasionado 43,000 muertos.