El rescate de los atrapados en una cueva tailandesa puede tardar meses

Fotografía cedida este lunes por el Real Ejército de Tailandia que muestra a los 12 menores y su entrenador, desaparecidos en la cueva Tham Luang, en Tailandia.
Fotografía cedida este lunes por el Real Ejército de Tailandia que muestra a los 12 menores y su entrenador, desaparecidos en la cueva Tham Luang, en Tailandia. / EFE
Efe
03 de julio 2018 - 16:40

Tras encontrar con vida a los 12 niños y su monitor atrapados desde hace diez días en una cueva de Tailandia, los equipos de salvamento buscan hoy la manera más "segura" de rescate en unas tareas que podrían demorarse "meses".

Una avanzadilla de dos expertos buzos británicos logró anoche llegar a la cavidad donde se refugiaron las víctimas tailandesas: 12 estudiantes de entre 11 y 16 años y un profesor, de 26.

Les costó tres horas, ida y vuelta, recorrer 1,5 kilómetros de pasajes con zonas inundadas y otras abiertas, según la narración que hicieron los protagonistas, los británicos John Volanthen y Richard Stanton.

Visiblemente delgados y con la ropa sucia por el barro, los niños agradecieron la llegada del rescate y preguntaron "¿Qué día es hoy?" antes de pedir comida: "¡Tenemos hambre!", según una grabación del encuentro. "Sois muy fuertes (...) mucha, mucha gente está viniendo. Nosotros somos los primeros", dijo uno de los buzos.

El grupo fue encontrado en un terreno elevado cerca del agua que inunda los pasadizos y a unos cuatro kilómetros en el interior de la cueva, donde penetraron el pasado día 23.

El gobernador de Chiang Rai, Narongsak Osottanakorn, confirmó que ninguna de las víctimas sufre problemas críticos de salud, tras ser examinadas por un grupo de médicos que seguirá de cerca la evolución del grupo.

Los familiares de los desaparecidos estallaron en júbilo al conocer las buenas noticias, durante unas operaciones seguidas al minuto y con gran expectación por todo el país. Hoy los equipos de rescate transportaron hasta el refugio alimentos y agua "para al menos cuatro meses", así como medicinas para tratar y recuperar a los niños y al adulto.

"No los vamos a sacar hasta que encontremos una forma totalmente segura", declaró a los medios el gobernador de Chiang Rai, provincia donde se encuentra la gruta. Narongsak declaró por teléfono a Efe que desconoce "cuantos días" llevarán los trabajos de rescate.

Entretanto, las autoridades tratan de desplegar a lo largo de la cueva una cable telefónico que permita a los reencontrados hablar con sus familiares.

Los doce integrantes de un equipo de fútbol y su entrenador también tendrán que aprender a bucear para poder salir a la superficie.

El principal impedimento son los numerosos y estrechos pasadizos inundados a lo largo de la cueva, la cuarta más larga de Tailandia, con unos 10 kilómetros de longitud y frecuentes cambios de nivel.

"Tratar de llevar a no buceadores a través de la cueva es una de las de las situaciones más peligrosas posibles, incluso si es relativamente fácil", apunta Anmar Mirza, uno de los voluntarios internacionales que ha liderado la misión, recoge el diario "Bangkok Post".

El ministro del Interior, Anupong Paojinda, reconoció la dificultad que presenta el rescate en declaraciones en Bangkok, pero añadió que había que darse prisa porque el servicio meteorológico pronostica precipitaciones en los próximos días.

"Hay que acelerar el rescate (...) Si el nivel del agua aumenta, el trabajo será más difícil. Hay que sacar a los chicos antes de eso", manifestó Anupong.

Desde que se diera la voz de alarma el sábado 23, unos 1.300 efectivos han participados en las tareas de búsqueda y rescate en la gruta del parque natural Tham Luang-Khun Nam Nang Non, cerca de la frontera entre Tailandia y Birmania.

El grupo fue encontrado tras varios días de intensa búsqueda en la que han participado cuerpos de élite del Ejército, efectivos de salvamento y voluntarios, y que ha contado además con expertos de Estados Unidos, Japón, China y Australia, entre otros.

Los equipos han utilizando unas 20 bombas de extracción para reducir el nivel del agua en las partes más anegadas, unas tareas que se han visto dificultadas por el temporal de lluvia que azota la región y problemas mecánicos.

Según la versión oficial, los desaparecidos se internaron el 23 de junio en las galerías tras un entrenamiento cuando una súbita tormenta comenzó a inundar la cavidad e impidió su salida. Los guardabosques que activaron la misión de emergencia se toparon con bicicletas, calzado y otros enseres de los desaparecidos en la entrada de la caverna.

"Nuestra misión es buscar, rescatar y regresar. Por el momento los hemos encontrado. El siguiente paso será sacarlos de la cueva y enviarlos a sus casas", zanjó en rueda de prensa el gobernador.

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