La búsqueda de desaparecidos, la nueva tragedia del incendio de Bangladesh

Varias casas y comercios calcinados tras el incendio masivo en un barrio del caso antiguo de Dacca, este viernes
Varias casas y comercios calcinados tras el incendio masivo en un barrio del caso antiguo de Dacca, este viernes / EFE
Efe
22 de febrero 2019 - 11:05

El caos provocado por el fuego que el miércoles devastó parte del barrio antiguo de Dacca dejó paso hoy al trauma de algunos de los familiares de los cerca de 70 muertos, incapaces de identificar a sus allegados entre los cadáveres calcinados.

El padre de Faria Tasneem había acudido la noche del miércoles a reunirse con unos amigos al barrio de Churihatta, donde de manera inesperada la explosión de una bombona de gas, según las primeras pesquisas, desencadenó un incendio que se prolongó durante unas nueve horas, debido sobre todo a los materiales químicos almacenados de manera ilegal en los inmuebles.

"Cuando me enteré del incendio le hice varias llamadas, pero nadie respondió. Entonces empezamos a buscarle por los hospitales. También fuimos a la morgue, pero no logramos encontrarle", explicó a Efe Faria entre lágrimas, mientras esperaba a que le tomasen muestras de ADN en un centro médico.

Y es que el ADN se han convertido en la única manera de identificar a parte de las víctimas calcinadas por el fuego.

Entre los 67 fallecidos -la cifra inicial de 70 se redujo, tras comprobar que algunas partes amputadas pertenecían a la misma persona- 21 cuerpos no han podido ser identificados, dijo a un grupo de periodistas en el hospital la superintendente de Policía del Departamento de Investigación Criminal Rumana Akter.

"Ayer recopilamos muestras de músculo, dientes y cabellos de todos los cadáveres y hoy tomamos muestras de sangre y ADN de once familiares que aseguran que sus seres queridos se encuentran aún desaparecidos", detalló Akter, quien indicó que podrían tardar en obtener los resultados "entre veintiún días y cuatros semanas".

Los adolescentes Raju y Shakid estaban pálidos, después de que les tomaran muestras de sangre para tratar de identificar entre los cadáveres el cuerpo de su padre, Jafar Alam, de 43 años.

Raju señaló a Efe que su padre fue a Churihatta a comprar plástico granulado para su tienda, pero nunca regresó a casa.

"La última vez que hablé con él eran las 21.30 (el fuego comenzó una hora después). Como no respondía al teléfono vinimos al hospital a buscarlo, pero tampoco estaba aquí. También le buscamos entre una treintena de cadáveres", declaró Raju.

El edificio de cinco plantas donde se originó el fuego acogía una tienda de plástico granulado y un almacén de perfumes en el primer y segundo piso, mientras que los superiores eran residenciales, según puntualizó a Efe un vecino.

"El fuego pudo comenzar por la explosión de una bombona, pero envases de perfume almacenados en varias plantas lo expandieron", manifestó en una rueda de prensa Mehedi Ahmed Ansary, miembro del equipo de investigación creado por el Ayuntamiento de Dacca.

El director del Servicio de Bomberos de Bangladesh, teniente coronel Julfiker Rahman, aseguró que el perfume almacenado funcionó como una "bomba" tras la explosión inicial.

Esos negocios donde almacenaban perfumes eran, de hecho, ilegales.

En 2010, 124 personas perdieron la vida por otro incendio en una zona cercana, tras lo cual las autoridades prohibieron almacenar materiales químicos en el área.

Entre las víctimas mortales provocadas por esa "bomba" está Abu Bakar, de 27 años, al que el fuego sorprendió en un restaurante situado frente al inmueble en el que se declaró el incendio.

Su primo Humayun Kabir afirmó a Efe que se siente afortunado de haber podido reconocer su cuerpo.

"Ayer identificamos su cadáver y lo llevamos a nuestro pueblo para enterrarlo, pero estoy aquí (en el hospital) para acompañar a mi amigo Aianus Hossain. Tras el incendio su hermano continúa desaparecido", agregó Kabir.

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