La mayoría de los cubanos de Miami nacidos fuera de la isla quiere el fin del embargo

La encuesta de la Florida International University (FIU), que examina cómo ven los cubano-estadounidenses del condado Miami-Dade las actuales relaciones entre ambos países, encontró que más del 80 % "cree que el embargo no ha funcionado", algo sobre lo que hay un "consenso general entre todas las edades y grupos".
La encuesta de la Florida International University (FIU), que examina cómo ven los cubano-estadounidenses del condado Miami-Dade las actuales relaciones entre ambos países, encontró que más del 80 % "cree que el embargo no ha funcionado", algo sobre lo que hay un "consenso general entre todas las edades y grupos". / EFE
Efe
10 de enero 2019 - 16:46

Un 60 % de los cubano-estadounidenses de Miami nacidos fuera de la isla está a favor del fin del embargo económico a Cuba, si bien el 51 % del conjunto de esa comunidad apoya su mantenimiento, según un sondeo divulgado hoy.

La encuesta de la Florida International University (FIU), que examina cómo ven los cubano-estadounidenses del condado Miami-Dade las actuales relaciones entre ambos países, encontró que más del 80 % "cree que el embargo no ha funcionado", algo sobre lo que hay un "consenso general entre todas las edades y grupos".

Para Guillermo Grenier, responsable del sondeo realizado entre el 14 de noviembre y el 1 de diciembre pasados, uno de los puntos que más llama la atención es la "división drástica" entre los cubanos llegados a partir de los años 80 y los nacidos fuera de la isla con la "vieja guardia", los que arribaron antes de 1979.

"Todos los (cubanos) nacidos fuera de la isla y los recién llegados apoyan una relación de Cuba y Estados Unidos más constante, permanente", dijo a Efe Grenier, profesor y presidente del Departamento de Estudios Socioculturales y Global de la FIU.

Se trata de un fenómeno sociológico impensable antes de la década de los años 80, resaltó el académico.

Otra conclusión que sorprende, apuntó Grenier es que los votantes inscritos como independientes o incluso como demócratas "tienden a comportarse como republicanos" en las elecciones intermedias (a mitad de mandato presidencial), como las celebradas el pasado 6 de noviembre.

Así, un 57 % de los electores independientes votó en esos comicios por los candidatos cubano-estadounidenses republicanos, mientas que el 11 % de los demócratas siguió esta tendencia, puntualizó Grenier.

De los 1.001 cubano-estadounidenses del condado de Miami-Dade entrevistados por teléfono, un 54 % dijo ser votante republicano registrado, un 19 % demócrata y un 26 % independiente.

La mayoría republicana, que se mantiene estable desde 1997, hizo sentir su peso también en las elecciones a la Gobernación del estado celebradas el pasado noviembre.

El 70 % votó a favor del actual gobernador de Florida, Ron DeSantis, que asumió el cargo esta semana, y un 29 % por el demócrata Andrew Gillum.

Sin embargo, si se tiene en cuenta solo a los cubano-estadounidenses "no nacidos en Cuba" hubo un empate técnico en las elecciones de noviembre pasado: el 51 % votó por DeSantis y un 48 % lo hizo por Gillum.

Lo mismo pasa en la elección de un puesto en el Senado: el 50 % votó por el republicano Rick Scott, quien resultó vencedor en la contienda, y el mismo porcentaje a favor del demócrata Bill Nelson.

El estudio destaca también que el "optimismo" detectado en 2016 respecto de posibles cambios políticos en la isla en un año "se ha derrumbado", al tiempo que ha crecido el porcentaje de los que estiman que el "horizonte de cambios políticos sustanciales" debe fijarse en un período de dos a cinco años.

A la pregunta de si se debería permitir a las compañías estadounidenses "hacer negocios y expandir estos o mantenerlos" en Cuba, un 46 % se muestra favorable a su expansión, mientras que un 32 % se opone y otro 22 % es partidario de que estas actividades se mantengan tal como están.

Nuevamente, los nacidos fuera de Cuba apoyan mayoritariamente (60 %) que se expandan las relaciones comerciales con la isla caribeña.

En cuanto al fin de la política de "pies secos/pies mojados", que permitía a los cubanos que llegaban a suelo estadounidense quedarse, el 52 % se mostró de acuerdo con su eliminación, frente al 41 % que no está de acuerdo.

Lo que deja claro el sondeo es que la "comunidad está dividida" en cómo se debe lidiar con Cuba y una "amplia mayoría de los recién llegados" (desde 1995 hasta nuestros días), así como la segunda y tercera generación de cubano-estadounidenses, "respalda las políticas de compromiso" hacia ese país.

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