Guatemala busca retomar la calma tras un sismo que evocó los peores recuerdos

Daños estructurales en la cabecera de Quetzaltenango, en la madrugada del miércoles 14 de junio.
Daños estructurales en la cabecera de Quetzaltenango, en la madrugada del miércoles 14 de junio. / EFE
Efe
14 de junio 2017 - 16:36

Guatemala recoge los escombros y evalúa los desperfectos del sismo de 6,6 en la escala abierta de Richter que despertó hoy a todo el país evocando en la memoria de muchos el terremoto de 1976, que causó 23.000 muertos, o el de 2012, que dejó 44 fallecidos. Imágenes que han vuelto a la retina.

Aunque el temblor de este miércoles no ha sido de tal envergadura -según las primeras cifras ha dejado 2 fallecidos y 5 heridos, así como una niña lesionada en México-, colegios, hospitales, viviendas, iglesias o edificios gubernamentales de ambos países han sufrido desperfectos.

"La situación (de los heridos) no es tan grave comparado con la fuerza del sismo", reconoció el secretario de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred) en Guatemala, Sergio Cabañas, aunque los cascotes y las grietas en las infraestructuras sí dejan a la luz el daño material.

Las provincias guatemaltecas de Quetzaltenango, Retalhuleu, San Marcos y Suchitepéquez, y las ciudades del estado mexicano de Chiapas como Huixtla, Tapachula, Cacahotan, Unión Juárez Mazatan, Huehuetan y Ciudad Hidalgo son las más afectadas.

Precisamente en estas ubicaciones se han suspendido las clases, como medida de seguridad, y Guatemala decretó además una alerta anaranjada (peligro) institucional que obliga a estar atentos y a realizar evacuaciones "si es necesario" dirigiendo a los afectados hacia refugios provisionales.

La provincia de Quetzaltenango es una de las más afectadas. Alberto Alexander Río Maldonado, de 54 años, que trabaja en el Instituto Normal para Varones de Occidente, ahora destruido, recuerda a Efe cómo el miedo y la incertidumbre de esta madrugada eran para él sentimientos familiares. En el terremoto del 76, su madre lo despertaba asustada: "Me recordó esos momentos".

Mas ahora, entre sollozos, lamenta toda una vida trabajando en este centro, cuyos daños le provocan una "profunda tristeza". Una sensación que comparte el director, Francisco Miguel Tirado, de 50 años, quien achaca a las autoridades la responsabilidad de que esa casa de estudios, con 145 años de historia, esté destruida por no prestar, en su momento, la atención necesaria para su conservación.

"Gracias a Dios que no fue en horario de clases", añade mientras recuerda los momentos "de pánico, de miedo y de temor" que vivieron cuando a la 1.29 hora local (7.29 GMT) sintieron el sismo, que tuvo su hipocentro a unos 156,3 kilómetros al oeste-noreste de Ciudad de Guatemala, en el departamento de San Marcos, fronterizo con la región mexicana de Chiapas.

Las víctimas de este terremoto, que ha tenido al menos unas 10 réplicas entre los 3,8 y los 5,1 grados en Richter, son un hombre indigente de unos 40 años que quedó atrapado cuando parte de una iglesia le cayó encima y una mujer que falleció de un infarto por el susto.

Estas cifras, resultado de unas evaluaciones preliminares que se prolongarán durante todo el día en Guatemala para llegar a los lugares más recónditos del país, arrojan además unos 300 afectados, 55 damnificados, 43 viviendas con daños y unos 50 derrumbes por varios puntos del país, sobre todo en la red vial del occidente.

Guatemala, el cuarto país del mundo en riesgo por las amenazas naturales, es una nación altamente sísmica y tiene, según las autoridades locales, más de 10.000 puntos de riesgo por inundaciones y deslizamientos, lo que afecta a unos 3 millones de personas.

Esta situación convierte al país en uno de los más vulnerables, un hecho que reconoció el presidente, Jimmy Morales, quien volvió a reiterar que es "vergonzoso" tener que apelar a la ayuda internacional para solucionar este tipo de problemas, aunque si lo ve necesario no la menospreciará.

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