Presidente de Costa Rica pide a la Asamblea aprobar reforma fiscal a más tardar en octubre

Costa Rica/El presidente de Costa Rica, Carlos Alvarado, urgió este martes al congreso a aprobar a más tardar en octubre una reforma fiscal para contener el creciente déficit en las cuentas públicas, mientras persiste una huelga de trabajadores estatales contra la iniciativa.

El llamado del presidente se produjo poco después de que el Ministerio de Hacienda acordó con el Banco Central una emisión de letras del tesoro por 498.000 millones de colones (870 millones de dólares) para hacerle frente a sus gastos hasta fin de año, mientras se aprueba la reforma fiscal en la Asamblea Legislativa (Congreso).

Por otra parte, un diálogo entre el gobierno y los sindicatos del sector público para terminar con la huelga iniciada el 10 de septiembre, culminó este martes su sexta sesión sin lograr un acuerdo.

Los dirigentes sindicales convocaron a una marcha de trabajadores públicos de todo el país para este miércoles en San José para rechazar la reforma fiscal, que busca incrementar los ingresos del gobierno con nuevos impuestos y recortes de gastos.

"Es indispensable aprobar durante el mes de octubre el proyecto de reforma fiscal", dijo Alvarado en una cadena de televisión.

Agregó que "no podemos postergar más la solución del problema fiscal, un problema que tiene ya casi 20 años de no ser resuelto, y que a nosotros como sociedad y a mí como presidente, nos toca arreglar".

El déficit fiscal alcanzó en 2017, 6,2% del Producto Interno Bruto (PIB), y llegará a 7,2% sin la reforma, según el Banco Central.

Alvarado insistió en que el gobierno mantiene la voluntad de dialogar con los sindicatos para buscar una salida a la huelga, aunque advirtió que el paro ha tenido consecuencias negativas.

"Es claro que la huelga está provocando pérdidas cuantiosas: desde agricultores que no pueden transportar sus productos, el golpe al sector turismo, hasta el dolor humano de pacientes que no recibieron la cirugía que necesitaban, o los niños y niñas que llevan dos semanas sin asistir a lecciones", dijo.

Sin salida

Mientras el mensaje del presidente era transmitido, los sindicatos y una delegación del gobierno culminaron sin acuerdos la sexta sesión de diálogo con mediación de la Iglesia católica para buscar una salida a la huelga.

El ministro de Trabajo, Steven Núñez, quien encabeza la delegación gubernamental, acusó al bloque de sindicatos del sector público de rechazar la ruta trazada con apoyo de la Iglesia para iniciar negociaciones sobre la reforma fiscal.

"La ruta buscaba aprovechar el plazo que concede el trámite (de la reforma fiscal) para instaurar una mesa de diálogo en donde se lleguen a acuerdos en temas fiscales que se materializaría en decretos, directrices, reglamentos y otras medidas administrativas", señaló el gobierno en un comunicado divulgado el martes.

Insistió en que para tal negociación, los sindicatos debían suspender la huelga, que ha provocado bloqueos de carreteras, suspensiones de clases en colegios y escuelas, y trastornos en los servicios de hospitales y clínicas estatales.

En el mismo tono, la coalición sindical sostuvo en un comunicado que "el gobierno no fue capaz, hasta la fecha, de concretar acuerdos".

"Dada la falta de voluntad política y el limitado margen de decisión de la delegación gubernamental, hemos considerado darle el espacio de ir a conversar con sus superiores y socios parlamentarios, para que analicen a fondo los diferentes escenarios técnicos aportados por nuestra representación", agregaron los sindicatos.

Los representantes de los trabajadores propusieron invitar a la mesa de diálogo a los jefes de las fracciones legislativas para que participen en la negociación de una nueva reforma fiscal.

Los sindicatos reclaman que el proyecto en discusión es oneroso para los sectores de menores ingresos, aunque el gobierno argumenta que 80% de los nuevos tributos recaerían sobre el 20% más rico.