Otra condena para último dictador en Argentina

El último dictador argentino, Reynaldo Benito Antonio Bignone, fue condenado el martes a 23 años de prisión en un juicio por el secuestro y tortura de 32 trabajadores de astilleros y fábricas de cerámicas durante la dictadura militar (1976-1983).

Los jueces del tribunal oral federal de San Martín, suburbio al noroeste de Buenos Aires, consideraron a Bignone, de 86 años, autor penalmente responsable de nueve allanamientos ilegales, cinco casos de robo agravado, 13 secuestros y tortura.

Una treintena de obreros de los astilleros Astarsa y Mestrina y de la fábrica de cerámicas Lozadur y Cattáneo, ubicados al norte de la capital, fueron secuestrados durante el régimen y permanecen desaparecidos. Algunos eran militantes políticos y otros sindicales, que los convertía en blanco del plan represivo ejecutado por los militares tras el golpe de 1976.

Bignone, presidente de la última junta militar desde julio de 1982 hasta el regreso de la democracia en diciembre de 1983, cumple en prisión una media docena de condenas en otras causas por crímenes de lesa humanidad.

Además de Bignone, también fue condenado el martes el ex general Santiago Omar Riveros a prisión perpetua por 14 allanamientos ilegales, cinco casos de robo agravado, 33 secuestros y tortura, así como tres homicidios. Otros cuatro ex militares recibieron penas de 17 a 9 años de prisión.

Organismos de derechos humanos denunciaron que durante la dictadura desaparecieron 30.000 personas. Las cifras oficiales reducen ese número a la mitad.