Trump deja diplomacia en manos de Rex Tillerson, empresario petrolero

Rex Tillerson, Secretario de Estado de los Estados Unidos, designado por Donald Trump.
Rex Tillerson, Secretario de Estado de los Estados Unidos, designado por Donald Trump. / AFP
Afp
13 de diciembre 2016 - 20:08

Donald Trump anunció este martes el nombramiento de Rex Tillerson, director gerente de ExxonMobil y empresario de fuertes lazos con Rusia, para conducir el Departamento de Estado y con ello desató de inmediato una oleada de reacciones encontradas.

Tillerson, de 64 años, hizo toda su carrera en el gigante petrolero y es considerado uno de los empresarios con mejores vínculos entre las autoridades rusas desde que administró un consorcio de explotación de crudo en la isla Sajalín, en el este de Rusia.

En 2013, el presidente ruso, Vladimir Putin, condecoró a Tillerson con la Orden de la Amistad. En años recientes, Tillerson fue también un abierto opositor de las sanciones económicas impuestas por Washington a Moscú.

En una nota oficial, Trump destacó que con el nombramiento de Tillerson "los estadounidenses vuelven a tener un líder de clase mundial trabajando por ellos".

Tillerson, aseguró Trump, "sabe cómo administrar una organización global y cómo navegar exitosamente la compleja arquitectura de los negocios mundiales y los diversos líderes extranjeros".

Sin embargo, la proximidad de Tillerson con Rusia podría convertirse en un enorme problema para Trump, ya que el nuevo secretario de Estado aún deberá ser confirmado por el Senado.

Instantes después de conocerse el nombramiento, la cancillería rusa reaccionó afirmando que el futuro secretario de Estado tiene "buenas relaciones de trabajo" con Putin.

Para el ministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguei Lavrov, Tillerson es un "pragmático", al tiempo que el vocero de la cancillería, Yuri Uchakov, lo definió como "una personalidad sólida".

Relaciones problemáticas para EEUU

Por su lado, el secretario general de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), Mohamed Barkindo, celebró el nombramiento de Tillerson, estimando que estaba "más que cualificado" para la función de secretario de Estado.

"Hay muy pocas diferencias entre el petróleo, la geopolítica y la diplomacia", afirmó el nigeriano durante un seminario en Washington organizado por el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS).

En Estados Unidos, sin embargo, las reacciones fueron encontradas, incluso en el campo conservador, a raíz de las controvertidas relaciones de Tillerson con Moscú, un adversario de Washington de más de medio siglo.

El influyente senador conservador John McCain dijo a la red de televisión CNN que Putin "es un matón y un asesino, no veo cómo se puede ser amigo de un exagente de la KGB".

Por su parte, el también senador republicano Marco Rubio señaló que "ser un amigo de Vladimir no es una característica que yo espero de un secretario de Estado".

Otro senador conservador, Chuck Grassley, sugirió este martes al presidente electo y al propio Tillerson a admitir que "Putin es maquiavélico y que se deshace de quienes no están de acuerdo con él".

Sin embargo, tres altos exfuncionarios del gobierno de George W Bush (el vicepresidente Dick Cheney, la secretaria de Estado Condolezza Rice y el secretario de Defensa Robert Gates) salieron al ruedo a defender el nombramiento de Tillerson.

En una nota, Rice dijo que Tillerson era "una opción excelente" para conducir la diplomacia por su "increíble y amplia experiencia internacional" y su convicción sobre el "rol especial de Estados Unidos en el mundo".

En tanto, el senador demócrata Ben Cardin también expresó sus cuestionamientos al nombramiento de Tillerson, sugiriendo que la oposición a su confirmación podría apoyarse en los dos partidos.

Cardin dijo que se sentía "profundamente perturbado por la oposición del señor Tillerson a las sanciones de Estados Unidos contra Rusia".

El Partido Republicano de Trump, tiene la mayoría en el Senado pero de apenas 52 bancas sobre 100. Para confirmar a Tillerson se precisa una mayoría simple (51 votos), de modo que no queda margen para el error.

Contexto difícil

Además, el nombramiento ocurre un día después de que el Congreso, de mayoría republicana, anunció que está dispuesto a investigar los ataques cibernéticos y las interferencias rusas en la elección estadounidense, acentuando la presión sobre Moscú pese a que Trump pretende un acercamiento con los rusos.

De acuerdo con el diario The Washington Post, la CIA concluyó en un informe secreto que Rusia intervino en los ciberataques durante la campaña electoral para ayudar a elegir a Trump, no con el objetivo más generalizado de enturbiar el buen desarrollo de los comicios.

Pero el sucesor de Barack Obama, que asumirá sus funciones el 20 de enero, rechazó estas conclusiones, que en una entrevista con Fox News tachó de "ridículas".

"A menos que usted sorprenda en flagrante delito a los hackers, es muy difícil determinar quién estuvo detrás de la piratería", escribió Trump el lunes en su cuenta de Twitter.

En octubre, los servicios de inteligencia de Estados Unidos acusaron a Rusia de haber pirateado a los partidos políticos estadounidenses con el fin de interferir en el proceso electoral.

"Los rusos no son nuestros amigos", advirtió el lunes el jefe de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, durante una conferencia de prensa.

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