Las desgracias se acumulan en poblado mexicano afectado por inundaciones

Poblado mexicano afectado por inundaciones
Poblado mexicano afectado por inundaciones / AFP
Afp
09 de septiembre 2021 - 20:07

Tula/Los pobladores de Tula, en el centro de México, ven impotentes su cúmulo de desgracias por las inundaciones: muertes, casas arrasadas, una noche de terror por un fuerte sismo y ladrones que se llevan lo poco que quedó.

Este municipio del estado Hidalgo es uno de los más afectados por las intensas lluvias que afectan al país, que el martes colapsaron un hospital provocando la muerte de 14 pacientes de covid-19 que se quedaron sin ventilación mecánica.

En esa localidad se cuentan en total 17 fallecidos, 35.000 damnificados y 2.500 inmuebles dañados, según el gobierno.

En un albergue donde este jueves repartían comida y ropa, Rosa García, comerciante de 76 años, contó a la AFP que se alistaba para dormir cuando su hijo estalló en gritos al darse cuenta que el río Tula se había desbordado.

Como pudo, la mujer subió al segundo piso de su humilde vivienda y se resguardó durante varias horas con su familia hasta que militares de la Guardia Nacional pudieron sacarlos en lancha.

"Apenas pude aventar mis cosas arriba del ropero, no pude sacar nada, y como no puedo ni caminar...", relató García entre lágrimas.

Tula y otras localidades de Hidalgo se mantienen bajo estado de alerta ante la posibilidad de nuevos desbordamientos.

Ladrones

La población, de 115.000 habitantes, se convirtió en epicentro de la emergencia luego de la tragedia en el hospital público.

"Estuvieron las lanchas ayudando a salir a la gente, salieron con suministros, tanques de oxígeno, medicamentos", comentó Jenny Casillas, vecina del sector.

Ubicado a 100 metros del río y con 54 pacientes internados ese día, el centro médico se quedó sin electricidad al quedar anegadas las salas general y de emergencias. Trece personas murieron en las instalaciones y una más cuando era evacuada en helicóptero, de acuerdo con las autoridades.

Casillas, ama de casa de unos 40 años, recuerda que en menos de 10 minutos el agua alcanzó el techo de su vivienda. "De un momento a otro, todo salió de control".

Marisela Maya, empleada en un consultorio del centro de Tula, y cientos de habitantes sacaban este jueves baldados de lodo y agua sucia de casas y lugares de trabajo.

"Tula quedó bajo el agua, hay mucho daño, mucha gente que perdió su mercancía, gente que perdió sus casas", comentó Maya, de 31 años.

Desconsolados, algunos comerciantes cargaban con tristeza lo poco que pudieron rescatar. Otros lucían enfadados porque sus negocios fueron saqueados.

"La gente teme por la rapiña (robo), desafortunadamente no nos damos abasto. Algunas personas no cuentan con la documentación para comprobar que son los dueños del local", dijo un policía que prefirió no dar su nombre.

Sismo "para rematar"

Aún temerosos, muchos regresaron también a casa en busca de sus documentos y objetos de valor para evitar que fueran robados en la noche cuando no hay vigilancia.

"La lluvia no cedía y luego para rematar el sismo que se sintió muy fuerte aquí, la gente entró en pánico y nos tuvieron que desalojar de nuestras viviendas", señaló Maya.

La noche del martes, cuando muchos aún seguían con el agua al cuello, un temblor de magnitud 7,1 sacudió el centro y sur de México, con balance de un muerto y varios edificios dañados principalmente en el balneario de Acapulco.

"Es un momento muy crítico, nos va a costar levantarnos de esta situación”, augura Maya.

Unos 1.000 pobladores de comunidades afectadas han sido traslados a refugios, y las autoridades se alistan para recibir a más damnificados.

Estas inundaciones ocurren en momentos en que México vive una tercera ola de contagios de covid-19, enfermedad que deja 266.150 muertos y 3,4 millones de casos confirmados en todo el país.

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