La Guardia Civil busca grabaciones en la sede central de la Policía catalana

Miembros de la Guardia Civil entraron hoy en la sede central y en las principales comisarías de la Policía regional catalana en varias localidades en busca de sus comunicaciones durante la jornada del referéndum ilegal independentista del 1 de octubre.

Según dijeron a Efe fuentes policiales, los agentes buscan las grabaciones de las comunicaciones internas de los agentes con el mando en la jornada de esa consulta que fue suspendida por el Tribunal Constitucional y que el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) había ordenado que fuera impedido por esos cuerpos de seguridad.

La Policía catalana fue muy criticada por la supuesta falta de actividad en esa jornada, lo que finalmente obligó a que la Guardia Civil y la Policía española tuviera que actuar para requisar urnas y papeletas.

La operación de hoy de la Guardia Civil se lleva a cabo después de que sus agentes acudieran el pasado 20 de octubre al Centro de Telecomunicaciones y Tecnologías de la Información del Ejecutivo catalán con una orden judicial para obtener los correos electrónicos de un mando de los Mossos d'Esquadra en Lérida, relativos al dispositivo para impedir el 1-O.

También en el marco de la investigación sobre la labor de la policía regional (Mossos d'Esquadra) durante el 1-O, la Guardia Civil accedió el pasado 17 de octubre a la sede central del servicio de emergencias catalán en Reus para buscar las cintas de comunicaciones internas.

La Audiencia Nacional, el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) y más de una veintena de juzgados catalanes investigan a los Mossos d'Esquadra por supuesta pasividad durante la jornada del 1 de octubre.

Precisamente, el coronel de la Guardia Civil Diego Pérez de los Cobos, que coordinó el dispositivo de esa jornada, acusa a los Mossos d'Esquadra, en un informe presentado ante el TSJC, de "absoluta pasividad" ante el referéndum y de intentar "entorpecer" las intervenciones de la Policía Nacional y la Guardia Civil para impedir la votación.

En su escrito, De los Cobos sostiene que el dispositivo que la policía catalana montó para el 1-O "más que dar cumplimiento al mandato judicial, estuvo orientado a mantener la seguridad ciudadana al modo de unas elecciones legalmente convocadas".