Italia se interroga sobre el secuestro de 51 adolescentes que pudo terminar en masacre

Estudiantes llegan al centro escolar Margherita Hack después de que este miércoles un hombre de origen senegalés y con nacionalidad italiana prendiera fuego en el autobús escola
Estudiantes llegan al centro escolar Margherita Hack después de que este miércoles un hombre de origen senegalés y con nacionalidad italiana prendiera fuego en el autobús escolar / EFE
Afp
21 de marzo 2019 - 09:27

Italia se interroga este jueves sobre como fue posible que el hombre que el míercoles secuestro 51 adolescentes y amenazó con matarlos, hubiese podido conservar durante años su puesto de conductor de buses escolares pese a sus antecedentes penales.

"Es una locura, es absurdo, es inaceptable, alguien debe pagar y caro por eso", protestó con la AFP este jueves Filippo Razzini, padre de uno de los jóvenes que fueron liberados por un espectacular operativo policial.

Los 51 adolescentes permanecieron casi una hora bajo la amenaza del conductor, un italiano de origen senegalés que decía querer vengar a los migrantes que mueren ahogados en el Mediterráneo.

"¡De aquí no sale vivo nadie!" titulan este jueves la mayoría de los diarios italianos preocupados por lo que hubiera podido ser un masacre inédita para Italia.

"Atrancó las puertas del bus con cadenas, me mostró un cuchillo y me ordenó atar a todos los niños", contó a los reporteros Tiziana Magarini, una de las acompañantes adultas, quien aseguró que el hombre estaba muy agitado y hacía comentarios incoherentes.

Todo comenzó cuando Ousseynou Sy, de 47 años, recogió como planeado a los alumnos, todos de secundaria, en un gimnasio para llevarlos de regreso a la escuela, un viaje de menos de 3 km.

Pero en un momento dado cambió el recorrido y se dirigió hacia el aeropuerto de Milán, comenzó a amenazar a los chicos de muerte, mostró unas latas de gasolina y un encendedor, gritando que quería vengar a los migrantes que mueren ahogados en el Mediterráneo, lo que ha sido considerado como un gesto premeditado por la fiscalía de Milán.

Bloqueado gracias a la espectacular intervención de los carabineros, alertados por uno de los alumnos a bordo del autobús, el conductor fue detenido después de haber incendiado el autobús.

"Es un milagro, podría haber sido una masacre. Los carabineros han actuado en forma excepcional, bloquearon el autobús y salvaron a todos los niños", explicó el fiscal de Milán, Francesco Greco.

El fiscal no excluye de que se trate de un atentado terrorista.

¿Cómo es posible que un hombre que ha tenido problemas con la justicia pueda trabajar como conductor de un bus escolar? se interroga este jueves el diario Corriere della Sera tras investigar su pasado.

La empresa propietaria del vehículo explicó que el conductor trabajaba en la firma desde 2004 y que en su documentación no aparecen antecedentes judiciales, pese a que le fue suspendido en 2007 el permiso de conducir por manejar en estado de embriaguez y en 2018 fue condenado a un año de cárcel con suspensión por acoso sexual de un menor.

Un hombre solo

"¿Paolo? ... Así lo llamábamos porque su nombre era demasiado complicado. Yo lo veía salir temprano todas las mañanas, era un hombre tranquilo pero muy solo", contó su vecina al diario La Stampa.

Ousseynou Sy obtuvo la ciudadanía italiana en 2004 luego de que se casara con una italiana con la que tuvo dos hijos y de la cual se separó.

"La separación ha sido el origen de todos los problemas de Ousseynou", sostienen sus colegas al diario La Repubblica.

"Trabajó con nosotros durante 15 años, comenzó en la limpieza y fue promovido a conductor", explicó Luca Lanzanova, gerente de la empresa para la que trabajaba.

"Durante todos estos años nunca tuvo gestos desequilibrados y nunca recibimos quejas sobre él", agregó Lanzanova.

Otro funcionario explicó que el conductor tuvo que someterse como todos a los controles periódicos obligatorios sin que apareciera algún tipo de problema.

Sin embargo, logró ocultar a la empresa que su licencia de conducir había sido suspendida y que había sido condenado por "acoso sexual" a un menor.

La fiscalía de Milán investiga más fondo su pasado y lo procesará por secuestro de persona y masacre con finalidad de terrorismo, por lo que puede pasar muchos años en la cárcel.

Por su parte el ministerio del Interior anunció que va a retirarle la ciudadanía italiana, tal como previsto por la controvertida medida aprobada el año pasado por el ministro derechista Matteo Salvini para garantizar la seguridad y frenar la migración.

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