Oposición polaca recurre ante la justicia para invalidar elección presidencial

La oposición polaca impugnó los resultados de la elección presidencial ganadas por estrecho margen por el presidente saliente Andrzej Duda, apoyado por el partido populista Derecho y Justicia (PiS), se anunció este jueves.

La Plataforma Civil (PO), que llevo como candidato a Rafal Trzaskowski, informó que había impugnado los resultados ante el Tribunal Supremo y acusó a la televisión pública TVP de sesgo en su cobertura.

"Hemos solicitado que la elección sea invalidada", informó a la prensa el líder del PO Borys Budka.

"Esta elección no fue ni justa ni universal. Fue deshonesta", dijo Budka antes de agregar que "todo el aparato del Estado violó la ley" con su apoyo a Duda.

Duda obtuvo el 51% frente al 49% de Trzaskowski.

El recurso incluye denuncias de irregularidades de 2.000 personas. Muchas se quejaron de los problemas para registrarse como votante y que las de boletas de voto no fueron enviadas a tiempo.

La diputada de izquierda Barbara Nowacka, miembro de la Coalición Cívica que presentó el recurso, aseguró que los comicios "no fueron justos".

"Una de las razones por las que estoy presentando esta protesta electoral hoy es para que los que están en el poder sepan que los ciudadanos los escrutan. Si dejáramos pasar esto, apretarán todavía más los tornillos en la próxima elección", justificó.

Según la Constitución, el Tribunal Supremo tiene hasta el 3 de agosto para dirimir si la elección es válida o no.

Observadores de la oficina para las Instituciones Democráticas y los Derechos Humanos de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) dijeron el lunes que la elección se vio "empañada" por la cobertura sesgada de la televisión pública.

"La campaña del candidato (Duda) y la cobertura de la televisión pública estuvo marcada por una retórica homófoba, xenófoba y antisemita", dijo el comunicado.

Muchos observadores criticaron que la cobertura de la TVP favoreció a Duda. Los dos candidatos rechazaron debatir cara a cara, un hecho sin precedentes en la Polonia poscomunista.