¿Por qué los “Panama Papers” le dieron oxígeno al Partido Pirata?

Miembros del Partido Pirata.
Miembros del Partido Pirata. / AFP
Afp
30 de octubre 2016 - 15:50

Una mezcla improbable de hackers, ecologistas e izquierdistas, encabezados por el Partido Pirata lograron un avance histórico en las legislativas en Islandia, pero no lograron franquear la mayoría absoluta, en unas elecciones anticipadas, marcadas por el voto de castigo contra el ejecutivo por los Papeles de Panamá.

Según los resultados preliminares, la formación, dirigida por una exportavoz de WikiLeaks, Birgitta Jonsdottir, obtuvo 9 escaños, elevándose como el tercer partido más votado, con un 14% de las preferencias.

La formación firmó un acuerdo preelectoral con tres partidos de la oposición, de izquierdas y de centro (Izquierda-Verdes, socialdemócratas y Futuro Brillante), para formar una coalición de gobierno.

Según los resultados preliminares esta alianza sumaría 28 escaños de los 63 que componen el parlamento islandés. Sin embargo, se quedaron a la puerta de la mayoría absoluta, que está en los 32 escaños.

La formación Izquierda-Verdes obtuvo 10 escaños, los socialdemócratas 4 y Futuro Brillante 5.

Con estos resultados, esta pequeña isla volcánica de los confines del Ártico podría ser gobernada por una coalición de centroizquierda, si estos partido encuentran más apoyos.

El Partido Pirata, nacido en 2012, tiene como emblema un pabellón marino con un bacalao y hace honor a su nombre, con su cuartel general situado en un barco atracado en el puerto de Reikjavik. Entre sus propuestas están impulsar la economía, revitalizar la democracia, redistribuir el ingreso de los recursos naturales, refinanciar la salud y luchar contra la discriminación.

Los resultados parciales publicados después del cierre de las urnas hacia las 22H00 GMT fueron celebrados con aplausos por los simpatizantes del Partido Pirata, reunidos en un restaurante que fue invadido por turistas y por la prensa extranjera, constató una periodista de la AFP presente.

"Estamos muy satisfechos", dijo Jonsdottir. "Sin importar lo que pase, hemos creado una ola de cambio en la sociedad islandesa. Los resultados son impresionantes", aseguró.

Jonsdottir comparó a los militantes de la organización y a sus simpatizantes con "Robin Hood". "Queremos tomar el poder de los poderosos y dárselo al pueblo", afirmó.

Sin embargo, la participación fue del 65%, marcando uno de los niveles más bajos en toda la historia del país.

'Un sentimiento anti-establishment'

La formación más votada fue el saliente Partido de la Independencia, ubicado a la derecha del espectro político, que sumó 21 escaños, dos más que en 2013. En tanto su aliado, el Partido por el Progreso, de centro-derecha, sumó 7, con un marcado retroceso frente a los 12 de la pasada elección.

Frente a este empate, se vuelven claves los votos del partido de centro Resurrección, que sumó siete diputados.

En este escenario, será el actual ministro de Finanzas, Bjarni Benediktsson, del Partido de la Independencia, el encargado de formar gobierno.

"Me parece natural que seamos nosotros los que dirijamos el próximo gobierno", afirmó durante la noche del sábado Benediktsson.

Los partidos de gobierno quedaron fuertemente castigados por un "sentimiento anti-establishment".

Este rechazo a los partidos tradicionales surge de la crisis financiera de 2008 y del escándalo de los papeles de Panamá, que salpicó en abril al primer ministro Sigmundur David Gunnlaugsson (Partido del Progreso), cuyo nombre figuraba en una lista de 600 islandeses con cuentas 'off-shore'.

Pese a la dimisión de Gunnlaugsson y a la implicación de varios ministros en el escándalo, el gabinete de centroderecha se mantuvo en el poder con una reestructuración superficial y la promesa de convocar a elecciones medio año antes del fin del mandato, previsto para la primavera de 2017.

Benediktsson quedó salpicado por el escándalo, pero siempre defendió afirmando que nunca colocó dinero en una sociedad que poseía en las islas Seychelles.

Temiendo la derrota, el gobierno descartó convocar elecciones inmediatamente, pues los Piratas contaban entonces con el 43% de las intenciones de voto. Desde entonces los piratas han perdido fuelle, en parte por los reiterados "conflictos internos" y por su programa, señalaba el sábado el diario islandés de referencia, Morgunbladid.

Y aunque el país, de 332.000 habitantes, haya vuelto a la senda del crecimiento económico (que se espera que sea superior al 4% este año), gracias al turismo y al reajuste de su sistema financiero, los islandeses -principalmente, los jóvenes-, siguen desconfiando de sus élites.

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