Los militantes socialdemócratas deciden sobre la gran coalición alemana

La canciller alemana y presidenta de la Unión Cristianodemócrata (CDU), Angela Merkel (2i), antes de una reunión de la formación en Berlín, Alemania, hoy, 20 de febrero de 2018.
La canciller alemana y presidenta de la Unión Cristianodemócrata (CDU), Angela Merkel (2i), antes de una reunión de la formación en Berlín, Alemania, hoy, 20 de febrero de 2018. / EFE
Efe
20 de febrero 2018 - 10:54

Los militantes socialdemócratas alemanes pueden votar desde hoy el acuerdo de coalición firmado por su partido y el bloque conservador de la canciller, Angela Merkel, una consulta vinculante -siempre y cuando se llegue a una participación del 20 %- en la que se decide el futuro del Gobierno.

La consulta a la militancia del Partido Socialdemócrata (SPD), a la que están convocadas 463.723 personas, terminará el 2 de marzo a la medianoche y el resultado se conocerá dos días después. "¿Debe el SPD ratificar el pacto de gobierno negociado con la Unión Cristianodemócrata y la Unión Socialcristiana (CDU/CSU)?", reza la única pregunta de la papeleta que los militantes deben remitir a la central del partido junto a una declaración jurada.

La consulta ha estado precedida de campañas a favor y en contra del acuerdo, en un SPD que se debate entre el temor a perder su identidad con cuatro años más como socio menor de una coalición dirigida por Merkel y el miedo a nuevas elecciones en momentos en que las encuestas no anuncian nada bueno para la agrupación.

La presidenta designada del SPD tras la dimisión de Martin Schulz, Andrea Nahles -que deberá ser elegida por un congreso extraordinario el 22 de abril después de que aquel dimita-, está participando en actos a lo largo y ancho de Alemania para defender el acuerdo, segura de que los electores no entenderían que el partido se negara a asumir su responsabilidad para que Alemania tenga un Gobierno estable.

Al frente de los opositores al acuerdo está el jefe de las Juventudes Socialdemócratas (los Jusos), Kevin Kühnert, que también recorre el país pidiendo el voto por el "no", convencido de que el partido necesita renovarse en la oposición.

Pero el secretario general del SPD, Lars Klingbeil, ha advertido ya de que si no se reedita la gran coalición, Merkel elegirá probablemente el camino de unas nuevas elecciones, no un Gobierno en minoría, lo que, según las últimas encuestas, sería nefasto para los socialdemócratas.

En el acuerdo de coalición el bloque conservador que forman la CDU y la CSU hizo concesiones importantes al SPD, tanto en el área política, con importantes inversiones en políticas sociales y de vivienda, como en el reparto ministerios.

El SPD se quedó con seis carteras, entre ellas tres ministerios claves -Exteriores, Finanzas y Trabajo y Asuntos Sociales-, después de haber tenido en las generales de septiembre su peor resultado histórico con el 20,5 % de los votos.

Pero ahora los sondeos sitúan al partido por debajo de ese mínimo y la última encuesta, realizada por el instituto Insa y difundida ayer por el diario "Bild", situó por primera vez a la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) como segunda fuerza (16 %), por delante del SPD (15,5 %).

De forma paralela a la pérdida de apoyos en los estudios demoscópicos, el SPD ha ganado militantes y entre el 1 de enero y el 6 de febrero se registraron 24.339 nuevos afiliados, con la duda de cuántos se inscribieron en respuesta a la campaña lanzada por los Jusos para reclutar nuevos camaradas que votaran "no" a la gran coalición.

El popular diario "Bild", el más leído del país, ha emprendido también una campaña para deslegitimar la consulta socialdemócrata, cuya validez ha refrendado el Tribunal Constitucional.

Si hace unos días intentó azuzar la polémica al abrir su portada con el titular "Los extranjeros pueden votar sobre el Gobierno alemán", ya que el SPD no exige tener la nacionalidad alemana para afiliarse al partido, hoy reveló que inscribió sin problemas a una perra como militante y que el animal, de tres años y origen español, ha recibido ya la papeleta de votación.

A punto de cumplirse cinco meses desde las elecciones generales, las miradas están puestas ahora en el 4 de marzo, cuando se conocerá el resultado del referéndum.

Las negociaciones para reeditar la gran coalición se hicieron necesarias después de que fracasase el intento de formar un tripartito entre el bloque conservador de Merkel, el Partido Liberal (FDP) y Los Verdes. Ese fracaso, precipitado por el abandono súbito por el FDP de la mesa de negociaciones, terminó forzando al SPD a revisar su decisión de pasar a la oposición.

El principal damnificado de esa decisión fue el expresidente del partido y candidato a la Cancillería en las generales de septiembre, Martin Schulz, que dimitió una vez terminadas las negociaciones. Su idea era asumir el Ministerio de Exteriores cuando se formara Gobierno, pero ante las críticas que ocasionaron esos planes optó por desistir y retirarse.

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