La sucesión de Merkel debe esperar

La canciller alemana, Angela Merkel.
La canciller alemana, Angela Merkel. / EFE
Efe
25 de abril 2020 - 12:55

La búsqueda de la nueva presidencia de la Unión Cristianodemócrata (CDU), el partido de la canciller alemana Angela Merkel, quedó aparcada. Este 25 de abril debía celebrarse un congreso decisivo, pero se canceló por la pandemia de coronavirus, mientras sube la revalorización de una líder a la que se suponía en retirada.

"No habrá elección ni ahora ni en los próximos meses. Los grandes actos se suspendieron. La próxima cita sería el congreso regular de diciembre. Pero ahora mismo no valen los pronósticos", admitía estos días Friedrich Merz, en conversación virtual con medios extranjeros.

Merz, exrival de Merkel, es uno de los aspirantes a presidir la CDU. Junto a Norbert Röttgen, asimismo contrario a Merkel, y Armin Laschet, líder regional renano, habría estado hoy luchando por el voto de los 1.001 delegados de la CDU.

A Merz y Röttgen se les dispensa ahora una atención mediática mínima; Laschet está cuestionado como jefe del gobierno en Renania del Norte-Westfalia por su empeño en aliviar las restricciones, pese a que su "Land" es de los más afectados por la COVID-19.

La canciller, en cambio, está relanzada como líder de referencia. Tras 15 años en el poder, es la figura política mejor valorada del país y su bloque conservador se ha disparado en los sondeos a sus mejores niveles desde que abrió su cuarto mandato, en 2017.

Nada está escrito

Merkel parecía haber dejado listo su legado político cuando en 2018 su secretaria general, Annegret Kramp-Karrenbauer -llamada AKK- fue elegida presidenta del partido. Pero AKK renunció un año después a luchar por la cancillería en las elecciones previstas para 2021.

Sobre Merkel "no se ha escrito la última palabra", explica a Efe Patricia Salazar, periodista colombiana y co-autora con su compatriota Christina Mendoza, de "Angela Merkel. La física del poder", primera biografía en español sobre la líder.

La última palabra sobre Merkel tampoco estaba escrita "cuando parecía una líder aletargada", debilitada incluso físicamente, a raíz de los temblores sufridos en actos públicos en 2019. "En este escenario de crisis, ha demostrado de nuevo que es ahí donde mejor ejerce sus facultades de liderazgo", apunta Salazar.

Merkel es un referente de sensatez entre incertidumbres; los vídeos con sus explicaciones sobre la COVID-19 se vuelven virales, recuerda Salazar. De pronto toma peso la formación de la canciller, doctora en Físicas Químicas, a la que alude el título de su libro.

Relevo en suspenso

La pandemia ha dejado en suspenso la lucha por el poder. Pero los problemas de liderazgo en la CDU vienen de antes, recuerda Franco Delle Donne, politólogo argentino establecido en Baviera y co-autor, junto con el español Andreu Jerez, de "La transición alemana".

AKK renunció, afirma Delle Donne, porque no logró "su objetivo más importante", que era cerrar la división al partido: "Hay, por un lado, un sector conservador, que de alguna forma trata de recuperar los votos que se fueron a la ultraderecha. Y, por el otro, el más moderado y continuísta respecto a Merkel".

La suspensión del congreso de abril complicó la situación. "Las circunstancias parecen haberse confabulado", apunta Salazar. No hoy congreso en abril ni se sabe qué ocurrirá en diciembre "Puede ser que las circunstancias actuales deformen el escenario", considera la biógrafa, con veinte años en Alemania.

La pandemia engulle toda la discusión

En medio de la alarma global, "los gobiernos, no solamente en Alemania, en todo el mundo, cobran una centralidad enorme. Todo lo que pasa alrededor no es relevante", argumenta Delle Donne.

En esta situación "ha emergido" la figura de Markus Söder, líder de la Unión Socialcristiana de Baviera, la CSU, hermanada con la CDU. "Söder está perfilándose como un posible aspirante a canciller, tiene unos niveles de popularidad muy altos", argumenta Delle Donne.

El líder de la CSU y primer ministro en Baviera es omnipresente en los medios. Su "Land" es el más afectado del país por la COVID-19 y defiende la línea cautelosa de la canciller. Otra figura emergente es Jens Spahn, el ministro de Sanidad, quien en 2018 luchó por presidir la CDU, pero que no pensaba volver a intentarlo en abril.

La lucha por la sucesión sigue abierta. Primero hay que elegir la presidencia para la CDU; luego pactar con la CSU un candidato único para las generales, recuerda Delle Donne.

El legado europeo de Merkel

Merkel no es solo la voz de la sensatez contra la pandemia. Para algunos socios del sur, como España e Italia, representa la tenaza de la austeridad impuesta desde 2008. Entonces fueron los más castigados por sus consecuencias, ahora lo son por la COVID-19.

Su bloque conservador está disparado en los sondeos, mientras que la ultraderecha perdió el empuje. Algo que, para Delle Donne, puede ser pasajero.

Que la ultraderecha se fortalezca puede depender del "rol de la UE". Su respuesta ante la pandemia puede hace que "despierten los discursos euroescepticos"; no solo en Alemania, sino en otros movimientos eurófobos de Europa.

"Todos los países, no solo del sur de Europa, van a cuestionarse en qué medida la extraordinaria capacidad de liderazgo (de Merkel) da cobijo a todos", sostiene Salazar. ¿Habrá una solución europea solidaria? ¿habrá eurobonos?, se preguntan muchos ciudadanos.

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