Llegan a Indonesia 500 migrantes de Mianmar
Varias embarcaciones con alrededor de 500 personas, entre bangladesíes y miembros de la perseguida minoría musulmana rohingya de Mianmar, llegaron el domingo a las costas del oeste de Indonesia, según un responsable de migración y activista de derechos humanos.
Steve Hamilton, subdirector de misión de la Organización Internacional para la Migración en Yakarta, dijo que sus equipos se apresuraban a llegar a la zona de Mantang Puntong, en la provincia de Aceh, para atender a los recién llegados. Algunos de ellos parecían necesitar atención médica, señaló.
Se hallaron cuatro botes con más de 500 personas a bordo, agregó Hamilton. Aparentemente tres habían sido abandonadas por contrabandistas y una se quedó sin combustible.
Las autoridades indonesias dijeron que los migrantes fueron llevados a una estación de la policía y a mezquitas, donde se les atiende.
Un hombre que viajaba en uno de los botes dijo que salió de Mianmar rumbo a Malasia hace dos meses.
"Queríamos salir porque la situación en Birmania ya no favorece que nos quedemos", dijo el hombre, Muhammad Juned, refiriéndose a Mianmar por su antiguo nombre.
Los musulmanes rohingya han sufrido una discriminación aprobada por el Estado durante décadas en Mianmar.
En los últimos tres años, los ataques contra esta minoría religiosa por parte de muchedumbres budistas han provocado uno de los mayores éxodos por agua desde la guerra de Vietnam, con unos 100.000 hombres, mujeres y niños desplazados, según Chris Lewa, directora del Proyecto Arajan, que sigue los movimientos de los rohingya desde hace más de una década.
En el pasado, la primera parada de estos migrantes era Tailandia, donde los rohingya esperaban en campamentos selváticos mientras los traficantes recaudaban cuantiosos "rescates" de sus familiares antes de permitir que continuaran su viaje, una táctica que ha cambiado en los últimos meses.
Ahora, estos migrantes se ven retenidos en barcos en el mar, dijo Lewa, que estimó que entre 7.000 y 8.000 migrantes ronhingya y de Bangladesh están ahora en los estrechos de Malacca, sin poder desembarcar debido a las operaciones contra el tráfico de personas en Tailandia y Malasia, su destino principal.
Lewa expresó su preocupación por el estado de salud de los migrantes, que se ven confinados en espacios abarrotados con escaso acceso a comida y agua potable. En los últimos meses se han registrado docenas de muertes.