Primeros evacuados de Alepo llegan a territorio rebelde

Acuerdo para evacuar rebeldes y familiars de Alepo
Afp
15 de diciembre 2016 - 10:43

El primer millar de evacuados de Alepo llegó en la tarde del jueves a una zona de la provincia homónima controlada por los rebeldes, inicio de una operación que sella la victoria del régimen en la batalla por la segunda ciudad siria.

"Los vehículos de la Media Luna Roja llegaron", dijo a la AFP Ahmad al Dbis, que dirige una unidad de médicos y de voluntario que coordinan la evacuación cerca de la localidad de Jan al Assal.

El primer grupo de evacuados -integrado por 951 personas, entre ellas 200 rebeldes, y 108 heridos, entre los cuales rebeldes- había salido del barrio de Al Amiriyah, aún bajo control rebelde, para dirigirse a Ramusa, controlado por el régimen, indicó una fuente militar a la AFP.

Unos 15 vehículos, que transportaban sobre todo a heridos y a sus familiares, encabezaban el convoy, que avanzó muy lentamente, precedido por vehículos del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) y de la Media Luna Roja siria.

Detrás iban 13 ambulancias y 20 autobuses verdes, constataron los periodistas de la AFP.

"Después de llegar a destino, el convoy volverá a buscar a otras personas para un segundo y así sucesivamente. Continuaremos hasta que las condiciones lo permitan", dijo Ingy Sedky, portavoz del CICR en Siria.

El acuerdo prevé también la evacuación de heridos y enfermos de Fua y Kefraya, dos ciudades chiitas sitiadas por los rebeldes en la provincia de Idlib, hacia zonas controladas por el régimen.

El acuerdo concierne unas 4.000 personas, informó por su parte la televisión siria.

La salida de los rebeldes simbolizará el máximo éxito del gobierno del presidente Bashar al Asad y sus aliados ruso e iraní desde el inicio de la guerra civil en 2011.

El anuncio de este acuerdo, supervisado por el ejército ruso, que aporta una ayuda determinante al gobierno sirio, tuvo lugar al día siguiente del fracaso de una iniciativa similar, negociada bajo la égida de Rusia, aliado del régimen sirio, y Turquía, que apoya a los insurgentes.

El fracaso, había dado lugar el miércoles a una última jornada de bombardeos y combates en los barrios del este de Alepo todavía bajo control insurgente.

Las primeras personas concernidas por la evacuación se aglutinaron en los autobuses.

Algunas personas de edad lloraban, otras estaban contentas de dejar el infierno y algunas dudaban en subir a los autobuses por miedo a ser interceptadas por las fuerzas del gobierno, constató un periodista de la AFP presente del lado rebelde.

Desde los balcones, las mujeres saludaron al convoy cuando atravesó Ramusa, antes de entrar en territorio rebelde, desde donde los evacuados irán a la provincia de Idlib.

Idlib, provincia vecina de Alepo, es el último bastión de la rebelión que controla además apenas algunos sectores dispersos en Deraa (sur) y cerca de Damasco.

Paralelamente, 29 autobuses, ambulancias y equipos médicos se dirigían hacia Fua y Kefraya, los enclaves chiitas sitiados por los rebeldes, para socorrer a heridos y enfermos y trasladarlos a territorios gubernamentales, informó la agencia oficial SANA, citando una fuente militar.

La operación de evacuación de esas dos localidades concierne "unos 1.200 heridos y enfermos y sus allegados", se indicó.

- Un mes de destrucciones -

El miércoles, centenares de sirios habían esperado en vano, en medio del frío, poder salir de los barrios sitiados por el ejército sirio.

Tras unas horas de calma, estallaron nuevos combates entre rebeldes y fuerzas gubernamentales.

Rusia acusó a los rebeldes de haber reiniciado los combates y bloquear la evacuación de miles.

Por su parte, Turquía acusó de la nueva ola de violencia a las tropas sirias y sus aliados.

El acuerdo de este jueves tuvo lugar exactamente un mes después del inicio de la ofensiva final de las fuerzas gubernamentales, el 15 de noviembre.

Los aviones rusos y sirios desarrollaron una intensa campaña de bombardeos para preparar la ofensiva terrestre de las tropas sirias y sus aliados extranjeros, entre ellos los milicianos del movimiento libanés Hezbolá y las milicias iraníes e iraquíes.

La ONU y varios países occidentales denunciaron esta semana las atrocidades que habrían sido cometidas contra los civiles en los barrios reconquistados por el ejército.

En cuatro semanas, la ofensiva causó la muerte de más de 463 civiles en el este de Alepo, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).

Los disparos rebeldes contra el oeste de Alepo, bajo control gubernamental, causaron la muerte de 130 civiles.

Desde el inicio, en marzo de 2011, el conflicto causó más de 310.000 muertos y desplazó a la mitad de la población siria.

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