El régimen sirio estrecha el cerco sobre Guta Oriental, sin acceso a la ayuda humanitaria

El ejercito sirio avanza a Guta Oriental.
El ejercito sirio avanza a Guta Oriental. / Getty Images
Afp
08 de marzo 2018 - 10:42

El régimen sirio estrechó su cerco este jueves sobre el enclave rebelde de la Guta Oriental, que ya domina parcialmente, y donde no pudo ingresar un convoy de ayuda humanitaria por razones de seguridad.

Apoyado por su fiel aliado ruso, el gobierno de Bashar Al Asad prosigue su avance y ya tiene en su poder más de la mitad del territorio rebelde desde que lanzó su ofensiva el 18 de febrero, explicó el Observatorio sirio de Derechos Humanos (OSDH).

Paralelamente fuerzas turcas y rebeldes sirios aliados retomaron el jueves "el control total" de Jandairis, una localidad del enclave de Afrin (noroeste de Siria) en donde Ankara lanzó una ofensiva contra una milicia kurda, según el OSDH.

Sobre el terreno, personal médico dio cuenta de decenas de casos de asfixia el miércoles por la noche denunciando un posible ataque químico.

Más de 900 civiles han muerto desde que se iniciaron los bombardeos del régimen y rusos, según el OSDH.

A pesar del llamado de la ONU a una tregua, las fuerzas del régimen continúan la ofensiva con la intención de dividir en dos el territorio del enclave en donde están sitiadas desde 2013 unas 400.000 personas, sufriendo una escasez de alimentos y medicinas.

La ONU asociada a varias ONG debían distribuir el jueves ayuda humanitaria pero la operación fue suspendida a una fecha ulterior.

La "evolución en el terreno no permite llevar adelante la operación", declaró a la AFP Ingy Sedky, portavoz del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).

- Convoy inmovilizado -

Un periodista que colabora con AFP vio camiones de un convoy inmovilizados en la periferia de Damasco, cerca de un corredor humanitario que lleva al enclave rebelde.

El lunes un convoy de unos cuarenta camiones con ayuda humanitara tuvo que acortar su misión por los bombardeos en Duma, ciudad de Guta. En un primer momento las ayudas médicas y los alimentos debían satisfacer las necesidades de 70.000 personas.

Un responsable militar indicó a periodistas que las autoridades sirias habían abierto otro pasillo humanitario entre la periferia de Damasco y el sur de la Guta, para permitir la salida de civiles.

El Consejo de Seguridad de la ONU había emitido el miércoles su deseo de que la ayuda pudiera ser entregada "todo los días" en el enclave rebelde, según un diplomático.

Pero el régimen de Asad hace oídos sordos a los pedidos y continúa su ofensiva a pesar de la resolución del Consejo de Seguridad de fines de febrero en la que se reclama un alto el fuego de treinta días en toda Siria, país desgarrado por la guerra comenzada en 2011 que dejó más de 340.000 muertos.

El miércoles, los bombardeos del régimen y de su aliado ruso mataron a 91 civiles, denunció el OSDH, a pesar de una tregua diaria de cinco horas decretada por Moscú hace más de una semana.

Un corresponsal de la AFP vio el miércoles dos hombres en llamas en el suelo, cerca de un moto, tras uno de esos bombardeos.

En la periferia de Guta se registraban combates, así como en la localidad de Hamuriya y Jisrin, más al sur, bombardeadas desde el aire, según el OSDH.

- 'Me asfixio' -

En la noche del miércoles, al menos 60 personas sufrieron dificultades respiratorias en las localidades de Saqba y Hamuria, después de los bombardeos, indicó el OSDH.

Según esta ONG, los bombardeos fueron llevados a cabo por las aviaciones del régimen y de Rusia, aliado de Damasco que desmintió en el pasado bombardear Guta Oriental.

Ya se reportaron casos de asfixia similares en dos ocasiones en los últimos días, según el OSDH.

"Debido a un ataque con gas de cloro en Guta oriental, hay pacientes que sufren dificultades respiratorias severas", indicó la Sociedad Médica sirio-estadounidense (SAMS), una ONG que apoya a los centros médicos en Siria.

En Hamuriya un corresponsal de AFP pudo ver decenas de personas, mujeres y niños, salir de los subsuelos en donde se habían refugiado para escapar a los bombardeos y subir a los techos para poder respirar mejor.

Unos padres desvestían a sus hijos que tosían sin cesar para lavarlos con abundante agua y así intentar eliminar la posible presencia de gas tóxico en sus cuerpos.

"Me asfixio", gritaban dos niños, que eran trasladados por socorristas para curarlos.

El régimen sirio fue acusado las últimas semanas de llevar a cabo varios ataques con gas cloro.

Estas acusaciones, "irrealistas" según Bashar al Asad, provocaron consternación. Washington y París amenazan con represalias a Siria.

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