Detienen a 8 personas en un operativo que movilizó más de 3.000 militares en Río

Al menos ocho personas fueron detenidas hoy en una operación que movilizó a más de 3.000 militares y policías en las favelas Jacarezinho, Manguinhos, Mandela y Arará, en la zona norte de la ciudad brasileña de Río de Janeiro, informaron fuentes oficiales.

El operativo se llevó a cabo con el objetivo de ubicar y capturar a los involucrados en el asesinato del comisario de Policía Civil Fábio Monteiro, cuyo cuerpo fue encontrado en el baúl de un carro el pasado viernes en los alrededores de las favelas de Arará y Jacarezinho.

Según un balance preliminar, el operativo dejó ocho personas detenidas, una de ellas con dos órdenes de captura vigentes. Sin embargo, Wendel Luís Silvestre, principal sospechoso del asesinato del comisario, aún no había sido ubicado por las autoridades, al parecer porque fue avisado con antelación de la acción policial, según lo informó el portal de noticias G1.

Durante el operativo los agentes policiales también incautaron un número aún no divulgado de drogas y de armas de fuego, que fueron llevados a la principal estación de la Policía Civil en la zona norte de Río de Janeiro.

Los miembros de las fuerzas militares y policiales que participaron en el operativo encontraron barricadas hechas con rieles de tren que fueron clavados en las calles de la favela de Jacarezinho para impedir el paso de las autoridades.

En otros de los sitios intervenidos, los agentes se encontraron con montañas de basura que sólo pudieron remover con palas mecánicas.

Río de Janeiro afronta una grave crisis de violencia desde la celebración de los Juegos Olímpicos de 2016 que obligó al Gobierno central a enviar a mediados del año pasado 10.000 efectivos de las Fuerzas Armadas con la previsión de que permanezcan en este estado hasta finales de 2018.

De acuerdo con datos suministrados por el Instituto de Seguridad Pública de la gobernación, con 6.731 asesinatos el año pasado, la tasa de homicidios en el estado de Río de Janeiro superó el nivel de las 40 muertes violentas por cada 100.000 habitantes, hecho que no ocurría desde 2009, cuando se registraron 7.106 homicidios.